domingo, 31 de diciembre de 2017

Sobre cambiar, cuentas regresivas y crecer.

Some nights, I stay up cashing in my bad luck
Some nights, I call it a draw
Some nights, I wish that my lips could build a castle
Some nights, I wish they'd just fall off
But I still wake up, I still see your ghost
Oh Lord, I'm still not sure, what I stand for oh oh oh
What do I stand for? Oh what do I stand for?
Most nights, I don't know anymore

This is it, boys, this is war, what are we waiting for?
Why don't we break the rules already?

Stops my bones from wondering just who I, who I, who I am, oh who am I, mm, mm
Well some nights, I wish that this all would end
'Cause I could use some friends for a change
And some nights, I'm scared you'll forget me again
Some nights, I always win, I always win.
Some nights - Fun.

Siempre nos encontraremos de nuevo aquí. Nuestro inevitable final y comienzo.  En estos momentos estoy en blanco, no sé de que hablar, veo los meses pasados como un borrón en mi mente, y no entiendo el por qué. No es que haya sido extremadamente feliz, ni que me haya pasado todo el año de vuelta a en ese lugar oscuro. Pero sé que algo cambió y aún no logro descifrar que fue, no sé si es bueno o malo, pero trato de solo aceptarlo.

Retomaré algunas cosas que escribí el año pasado en una entrada como ésta: el hijito de mi tía es cada vez más grande, me encanta cuando se suelta a reír, me encanta ver como crece aún cuando es un diablillo y parece que son 50 niños en uno. La persona que tuvo la recaída...no lo sé, es obvio que aún hay cosas por resolver, es obvio que aún hay cosas bajo la alfombra pero espero siga luchando y no caiga de nuevo, por favor. Y sé que ella sigue agotada, sé que es de esa forma porque podemos ver como se marchita poco a poco, quisiera que le dieran un descanso, quisiera que pudieran ver como todo esto le afecta, que no solo el trabajo físico agota, que el trabajo emocional cansa muchísimo más.

Tengo nuevas personas en mi vida, personas de las que me costará despedirme cuando nos toque tomar caminos diferentes y eso está a unos pocos meses de distancia. Son buenos chicos, me hacen reír hasta que el estómago duela.

Tengo muchas cosas en las que trabajar, a veces pienso demasiado las cosas, a veces no las pienso tanto. No puedo seguir siendo así, tengo que cambiar, tengo que intentarlo mejor aunque me dé pavor, aunque tenga miedo al compromiso, porque me dijeron que me perderé muchas oportunidades por no abrirme a las personas, porque sé que tienen razón. Y no puedo excusarme con las cosas que pasaron, no puedo culpar a otras personas por ser como soy, porque yo les permití cambiarme. Sé que no puedo elegir de donde vengo, pero puedo elegir a donde voy.
Y espero no lastimarla más, porque ella sigue ahí, a pesar de todo y no logro meterme en la cabeza el por qué, no soy especial, no tengo atractivo, molesto mucho, bromeo en cosas serias, prefiero reírme que a llorar porque sé que si lo hago no pararé, pero algo cambió. Y en parte sé que es por ella, porque sé que merece algo mejor, porque sé que merece lo intente más fuerte.
Pero es difícil, no puedo cambiar de la noche a la mañana, no puedo cambiar sin tener a alguien que me guíe, no puedo cambiar completamente sin solucionar las cosas en casa, sin sincerarme con mis padres. Creo que es eso lo que me detiene, el no poder ser yo ni siquiera dentro de mi propio hogar.

El año que viene empezaré la universidad y da miedo, siempre he luchado con la ansiedad y el pensar en que tengo que enfrentarme al mundo me da temor.
Pero sé que son cosas que tengo que dejar atrás, así como a esas personas que me lastimaron y a las que lastimé.
No puedo avanzar de página si dejo la esquina doblada del capítulo anterior, no puedo seguir haciendo eso. Obviamente soy un ser humano y se me permite equivocarme un par de veces.

Es un poco divertido, si miró atrás hacia hace 2 años o el año pasado, donde mi ansiedad era peor, dormía 10 horas a la semana por culpa del insomnio, jugaba voleibol y fútbol flag y sentía que me moría en el entrenamiento y me incomodaba el solo estar ahí, no comía y vivía de té, iba constantemente a ese lugar oscuro. Ahora mi ansiedad ha mejorado un poco, trato de dormir 6 horas porque es mi último año y tengo que ser responsable, ja, aún sigo tratando el tema del comer, pero ahí la llevamos y no entreno más.
Algunas mejoras, pequeñas, pero cuentan mucho.

Quiero que sepas que todo mejora, aunque sean pequeñas cosas. Nada dura para siempre, ni lo bueno ni lo malo y tenemos que aprender a disfrutar de eso. Disfruta de cuando te rompan el corazón, porque pocas cosas merecen ese dolor, disfruta de cuando te sientas feliz, de cuando se te eriza la piel y quieres gritar y correr. Vivimos de esa clase de sentimientos.
Ríete a carcajadas, ve a viajes por carretera, canta con fuerza, lee, cocina, abraza y recarga tu corazón con el del otro. Te lo mereces.
Ámate, porque estarás contigo toda tu vida, cuida de ti mismo. Recuerda que no hay nada malo contigo, en lo absoluto. Tenemos mucha vida por delante. 
Nunca te rindas, no tengas miedo del cambio,  a crecer y evolucionar. Por favor, sigue adelante.

Sé que nada desparece al dar las 12, pero podemos enfrentar todo con nuevas fuerzas. Los días malos solo duran 24 horas, piensa que las cosas irán bien y aún cuando no sea así, pronto se arreglarán.

"...Me subí al coche y puse rumbo a casa, con la visera bajada para protegerme lo ojos del sol, pero en el último momento giré a la izquierda, porque nunca antes lo había hecho y porque había tiempo de sobra para tomar un camino distinto."
 - Lane, 
Extraordinary Means, Robyn Scheinder.

This is the New Year
A new beginning
You made a promise
You are the brightest
We are the voices
This is a New Year
We are the voices
This is a New Year

(Lo estabas esperando.)

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sábado, 30 de diciembre de 2017

I told u I was mean.

Te mentí,
nunca lloré por ti
juró que lo intenté
pero tengo mejores cosas que hacer
Ahora estás en la carretera, con una carga dolorosa
y las palabras que dije, dejaron tu gran corazón roto

Y sabes que aún te importa, 
porque el amor es para los pobres
así que te dejé golpeando la puerta principal,
tú sabías que era esto,
ya no te quiero, nunca más
te lo advertí antes
te lo advertí antes

Podría jurar que te dije que era mala.

Eras una cosa dulce y vieja, 
y estaba sola
así que dejé que me abrazaras por tiempo limitado
¿no lo ves?
no eres nada para mí

Porque siempre seré
una mala, mala semilla.

Imagen de girl, neon, and blue

mala semilla

Odio que pasen estas cosas porque no tengo a nadie con quien hablarlas. No tengo a nadie que me dé una nueva perspectiva, alguien que no conozca o alguien de mi confianza pero que me escuche y no me juzgue. Que no me diga que soy una perra sin corazón, porque lo tengo aunque esté aterrada de usarlo.

Quisiera poder hablar de esto con ella, quisiera poder ir a su habitación, subir a esa cama y que me abrace, que acaricie mi cabello y me dé el consuelo que necesito, pero ella no sabe nada. No puedo hablar con ella porque no conoce esa parte de mí, porque no sé como reaccionará pero a veces necesito tanto decírselo, necesito que lo sepa, necesito sacármelo del pecho. Pero no puedo. Porque el miedo es más fuerte, porque los demás pueden serlo pero no yo, no su sangre, al parecer.

Y para mis amigos ya soy esa perra sin corazón, esa a la que le vale mierda todo y es que...les doy esa impresión, claro que sí, porque es más fácil ser de esa manera. Es más fácil mantener ese personaje, para que todo pase y nada duela.
Pero lo hace.

Sé que todas ellas merecen más.
Sé que soy una maldita perra sin corazón. Sé que la lastimo, sé que duda de mí, sé que ella tiene sus inseguridades, sé que otra persona la lastimó horrible y se aprovechó de ella cuando más necesitaba a alguien. Lo sé, joder, lo sé.
Y me odio, me odio por ser así, por preferir seguir con este personaje, por estancarme, por no intentarlo mejor, por decirle que mejoraría, por decirle que estaba tratando, por lastimarla.

Siempre he sabido que merece algo mejor que esto.
Siempre he sabido que no termino de encajar en su grupo.
Siempre he sabido que hace tiempo debí alejarme de todos ellos, el problema siempre ha sido que nunca he tenido muchos amigos, el problema siempre ha sido que tengo miedo a la soledad. Al abandono.

Y de alguna forma estoy cansada, cansada de siempre ser la mala, cansada de siempre ser la que hace sufrir al otro, estoy cansada de siempre ser yo.

Solo quiero irme, quiero alejarme de todos, estoy volviendo a tambalearme, losientolosientlosientolosiento

lunes, 25 de diciembre de 2017

Luces amarillas y labios rosas pt 3

A: Luces amarillas y labios rosas.

Volví a soñar contigo, me sentía tan feliz. 
Te veía libre, como si el miedo ya no estuviera aferrado a tu espalda.
Nos tomábamos de la mano sin temer, me mirabas a los ojos y no te importaba que los sentimientos se desbordaran por tus pupilas, porque los míos hacían lo mismo.
Éramos tan felices, quería vivir en ese sueño por siempre.




















Lo siento, K. De verdad  lo siento, te quiero, te quiero.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Alt er love.

Y es triste, porque sé lo que es temerle a tus padres, temerle a las personas que piensan que amar a otro está mal. Sé lo que es dudar de ti mismo, de cuestionarte hasta que sangras sobre porque somos así, sobre porque amamos a quienes amamos, porque sentimos lo que sentimos. 

Ahora sé como puede sentirse los que tienen miedo de lo que sienten, cuando ven a esa persona y la piel se les eriza y las mariposas revolotean en el estómago, que sienten las miradas de las personas sobre ellos incluso cuando en realidad no hay nadie prestando atención. 

He estado en ambos lados.
En el lado donde estás atemorizado, pensando en el que dirán y en donde lloras y ruegas para ya no sentirte así.
Y en el lado donde la persona que te eriza la piel no puede ni siquiera mirarte a los ojos, porque tiene miedo de que los sentimientos se le escapen frente a las demás personas, de que el miedo se les aferra a la espalda y caminan con todo su peso sobre ellos.

El miedo, por otra parte, es bueno. Te hace ser valiente, de llenarte de coraje. 
Pero no deberíamos de tener miedo a querer, aunque me siga aterrando, ni de ser nosotros mismos. 

El mundo está cambiando, pero seguimos temiendo. Seguimos siendo esos hijos que le temen a los padres, seguimos siendo esos hijos con homofobia internalizada, odiándonos por sentir lo que sentimos y tal vez, otros odiando a los que se dejan sentir. Seguimos siendo esos hijos a los que le rompen el corazón y no pueden ir a consolarse a brazos de mamá o papá por temor, los que tenemos un problema pero nadie con quien hablarlo, los que vemos en las noticias ataques de odio, que vemos pancartas esparcidas por toda la puta ciudad diciendo que no se me permite formar una familia y que si la llegara a formar, sería antinatural. 

Pero también seguimos siendo esos hijos a los que vieron crecer, a los que cargaron en su vientre 9 meses o a los que adoptaron, seguimos siendo esos hijos a los que enseñaron a leer, a caminar, a hablar. 

Seguimos siendo las mismas personas y el querer a alguien no debería de cambiar eso. 

[...]
Tariq no puede soportarlo, siente que, de alguna manera, es también su culpa.
Se planta frente a la madre de Craig y dice:

- Tiene que quererlo. No importa quién pensaba que era o quién quiere que sea, tiene que quererlo tal cual es porque su hijo es un ser humano excepcional Tiene que entenderlo.

Y la madre de Craig le responde en un susurro:
-Ya lo sé. Ya lo .

[...]
Algunos padres estuvieron de nuestro lado. Otros decidieron desterrarnos antes de aceptarnos como éramos. Y algunos, cuando se enteraron de que estábamos enfermos, dejaron de ser dragones y se transformaron en cazadores de dragones. A veces se necesita eso...la batalla final. Pero debería necesitarse mucho menos que eso. 

Dos chicos besándose,
David Levithan.




lunes, 18 de diciembre de 2017

Prever la caída, incluso cuando disfrutas de la vista desde arriba.

Son días raros, porque he estado tratando de aprender a que no hay nada malo con sentirme femenina, que comer no debería hacerme sentir culpable y a no llorar en los probadores.

Me he forzado a dejarme sentir y ha seguir buscando ropa que me haga sentir bien cuando me vea al espejo aunque odie la persona que se refleja en él.

He tratado de no contar las veces que como en el día, de no repasar en mi cabeza exactamente que comí ni de pensar en las calorías que llevo.

Trato de ya no profundizar en los oscuros pensamientos, en usar labial y no llorar y no quitármelo con el dorso de la mano.

No he hablado con nadie sobre ver a un profesional, porque pienso que me dirán que no lo necesito y yo también lo creo de algún modo (pero en algún punto, sé que también lo necesito).

Son días raros, porque estoy esperando a estrellarme de nuevo, estoy esperando el dolor y el entumecimiento. Pero tengo que poner mi vida en orden, no puedo vivir toda mi vida de esa manera, necesito cambiar, convivir con el dolor y no huir de él.

Necesito aceptar todo lo que siento, a no descartarlo, a dejarme sentir cosas buenas por alguien de nuevo,  a aprender que la comida y la culpa no tienen nada que ver, estoy tratando.

Y aunque vea la inevitable caída, trataré de seguir.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Luces amarillas y labios rosas. pt. 2

Me alegro que estés bien, que las cosas estén mejorando.
Joder, sigues siendo tan hermosa.
A mis ojos siempre lo serás.
Me alegro por tus nuevas metas y por que las cumpliste.
Espero logres todo lo que te propones y encuentres a alguien que te ame con cada uno de los latidos de su corazón, incluso si el mío se me parte al pensar que no seré yo.

Siempre mereciste más que todo esto.
Lloro, porque hicimos las cosas mal. 
No, olvida eso. Fue el mundo el que hizo las cosas mal, fue el mundo y las mentes cerradas y ese libro que siguen utilizando aunque tenga miles de millones de años sin pruebas algunas. Fue ese odio que rodea ese libro y a esa presencia divina a la cual nos hacen temer desde el segundo en el que respiramos.
Fue ese miedo y las amenazas. Fue la presión, la adrenalina de hacer algo prohibido. Fue el estar enamorado.

Siempre mereciste más que todo esto.
Siempre mereciste más que todo esto.
Siempre mereciste más que todo esto.
Siempre mereciste más que todo esto.
Y no quiero que vuelvas a verme, porque sigo algo estancado, porque odio este cuerpo y todo lo que representa, porque sigo haciendo las mismas cosas. Porque estoy comenzando a estar con alguien más y tengo miedo de siempre buscarte. 

Lloro, porque has progresado, porque espero hayas ganado contra esos demonios.
Espero la vida te trate bien.
Espero estés bien.
De verdad lo espero.

06:24

Amo esa quietud de los domingos
en especial a las 6 am
donde parece que el Sol
no saldrá nunca
y el cielo es azul gris, 
el color de la eternidad

Abro la ventana 
y hago a un lado la cortina 
el viento helado entra 
amo como me hiela los huesos
como me aplaca el ardor de existir

Regreso a la cama
desde donde puedo ver el cielo 
y cierro los ojos 
deseando capturar ese pequeño momento



jueves, 7 de diciembre de 2017

fahrenheit 451

Y a pesar de todo, me sigue encantando cuando sonríe. Sigo bebiendo de su rostro cual hombre privado de agua cuando el rostro se le ilumina y se le pintan los grandes hoyuelos y las arruguitas en las esquinas de los ojos.
Cuando se ríe y los hombros se le sacuden, dejándome embobado.

Su voz me sigue dejando paralizado, su cuerpo alto aún me sigue provocando inmensas ganas de acurrucarme a su lado, de amarrar su cintura con mis brazos, de quedarme incrustado en la calidez de su cuerpo y más cuando usa ese suéter, dándole la apariencia de un hogar.

Y su cabello siempre un nido de pájaros, me pican los dedos por volver a enredarlos en sus mechones. De peinarle y despeinarle, de darle tirones cuando se reía a mi costa.

Cuando enredaba su brazo derecho en mi brazo izquierdo, mientras estábamos sentados en el suelo y recostaba su cabeza en mi hombro. Y me contaba como le dolía el corazón por ella y que le aconsejara.

Aún disfruto de como el corazón se me partió cuando llegó ese día y él le dio ese libro por su cumpleaños, ese libro del que tanto me hablo y que parece que yo ya lo había releído tantas veces como él. Ese libro que le hizo amar la lectura y que encontró en una tienda de segunda pero fue como encontrar un tesoro sin necesidad de mapa.

Ese libro que le dio y que en la primera hoja tenía su corazón, justo debajo del título. Ahí estaba, latiendo, sangrando. Pero no se pueden forzar las cosas y ella tomó el libro, pero le devolvió el corazón.

Aún sigo anhelando volver a estrujarle el cuerpo, de sentir como le retumba el pecho cuando se ríe o de colgarme de su calor cuando me tomaba de la mano.

Todo fue por entregarle su corazón, sin tomar en cuenta que yo le estaba entregando un poco del mío, habiendo una gran diferencia.

Él nunca supo de ese trozo de mi corazón y a consecuencia de eso, no me lo ha devuelto.

jueves, 30 de noviembre de 2017

Otro otoño más.

Son las 2 am.
Siempre son las 2 am.
Las luces de navidad son las únicas que iluminan la habitación. Y el único sonido que importa es Ghost Stories Live chocando contra las paredes.
El viento frío entra por la ventana y no es que ya no esté triste, porque lo estoy, pero supongo que me he acostumbrado.

Con el tiempo se me quitan las ganas de festejar este día, porque paso la mayor parte del año deseando dejar de existir y no creo que un día haga la diferencia.
Hoy he llegado a casa y he dormido, últimamente termino durmiendo a las 4 de la mañana y mi alarma suena a las 5 y mi apetito no existe, o lo hace pero se me hace tan fácil ignorarlo.

Conseguí otro otoño.
Y me asusta.
Porque pronto los juegos se acaban y viene lo difícil, y no sé que haré porque parece que la mayoría ya tiene todo planeado.
Y solo quisiera quedarme en esta habitación, con las letras de Magic rebotando de una pared a otra, con el viento meciendo la cortina y helándome los huesos.
Esta es mi eternidad.
Ese disco, el viento y las luces de navidad esparcidas sobre mí o sobre la cama.
Mi eternidad, donde no me fuerzo a dejar de huir y tomo decisiones precipitadas para demostrarme a mí mismo un punto. Mi eternidad donde esas dos personas no me jodieron tanto el corazón que ahora ya no sé como comportarme con el corazón de otra persona y no tengo ganas de hacerlo.
El lugar donde lloro y no siento la necesidad ocultarlo. Donde bajo las defensas, donde estoy rodeado de fotografías, velas, libros y discos y el tiempo no pasa.

Nunca pensé que llegaría a esta edad, pensé que algo me borraría mágicamente de la faz de la Tierra.
Pero aquí estoy, con otro otoño más, necesitando envolverme en luces de navidad para no caer en pedazos y a Yellow y Ghost Stories Live para darme un poco de eternidad.

In the darkness before the dawn
In the swirling of this storm
When I'm rolling with the punches and hope is gone
Leave a light, a light on




miércoles, 29 de noviembre de 2017

i move slow and steady but feel like a waterfall.

Con mi cabeza recostada en su pecho, pensé en decirle todo.
En sacar de mi pecho todo aquello que me pesa.

Pensé en decirle que soy un fracaso, que me doy asco, que lucho por no ir al baño a vomitar.
Pensé en decirle que no quiero que la gente me vea, que quiero arrancarme la piel, que la ansiedad me come tanto a veces que no tengo uñas.
Que a veces tengo miedo porque hay días en los que el estar consciente requiere mucho esfuerzo y me duele, que hay mañanas en las que no siento nada y quiero gritar y jalar mi cabello.
Que veo chicos en la calle y quiero lucir como ellos desesperadamente, que no sé como ella puede quererme, no sé como ella puede besarme y decirme que me ama.
Que no entiendo por qué mierda alguien podría quererme.
No entiendo como ella puede verme y no sentir asco. NoentiendoNoentiendoNoentiendoNoentiendo.
Que a veces río con mis amigos pero en el fondo, realmente no siento la alegría, estoy más ansioso y preocupado de como luzco y del asco que me tengo para disfrutarlo completamente. Que río y río pero no lo logro.
Que ahora solo quiero pasar mi cumpleaños durmiendo o encerrado en mi habitación, donde nadie pueda verme, porque pasó todos los demás días del año deseando dejar de existir y que un día no hará la diferencia. No sé que haré de mi futuro, me da miedo. Estoy aterrado.


Pensé en decirle todo eso, en tratar de liberarme, en decirle que tal vez necesite ver a alguien de nuevo.
Estaba llorando, y me pasaba la mano por el cabello y con la otra me acariciaba la espalda.
Pensé en decírselo.
Pero decidí tragármelo y culpar de esa crisis al estrés.

lunes, 20 de noviembre de 2017

De cosas que quiero comenzar a hacer.

Pintaré mi habitación de azul pastel,
colgaré más luces de navidad,
pondré más velas en mi tocador,
tomaré más fotografías y las colgaré en mi pared

Desempolvaré mis libros cada fin de semana,
trataré de tender mi cama cada mañana
y lo primero que haré será desayunar
para ya no olvidarme de hacerlo,
volveré a tomar más té
y a recordarte menos

Escucharé mis discos más a menudo,
pondré a Coldplay, P!nk, Fun, Natalia o Bon Jovi a todo volumen,
trataré de escribir más en ese cuaderno,
incluso si después no puedo ni abrirlo

Trataré de no sentirme culpable cada vez que coma,
y lo escribo aunque sea mentira.

Aprenderé a tocar el ukulele,
trataré de no romper mi ventana si canto
y de seguir adelante
de aceptar el dolor y convivir con él
para juntos superar todo

Tal vez tenga el valor de hablar con alguien, profesionalmente
tal vez no lo haga,
pero a veces las palabras me ahogan tanto
a veces no sé si saldré a la superficie
a veces no sé si vale la pena

Dormiré más, mentira
porque dormir 10 horas a la semana no es sano,
porque a veces no quiero levantarme de la cama,
porque a veces no siento nada,
a veces el sólo estar consciente duele y requiere mucho esfuerzo


Es bonito como puedes tener motivación un lunes a mediodía sin clases.

El principio del otoño.

Nos pasamos la vida persiguiendo aquellos sentimientos que nos hicieron felices, que nos hicieron sentirnos infinitos por un momento. Leí por ahí que siempre es algo siniestro volver a los lugares que fueron testigos de instantes de perfección.
Yo vivo yendo tras ellos. Vivo por esos viajes en carretera, por esos atardeceres que veo desde la ventana del auto. Vivo por enterrar mis pies en la arena o en los pequeños arroyos. Por el Sol calentando mi piel.
Vivo por ver a mi padre y mi hermana jugar cual niños o bañándose en el agua. Por esas canciones de Bon Jovi sonando en la radio de regreso a casa. Por esas fotografías donde nos vemos más felices de lo que en realidad somos.
Vivo por todas esas pequeñas cosas por las que realmente vale la pena vivir.

domingo, 12 de noviembre de 2017

03:45 am.

Eran días perfectos.
Con una taza de té, el frío, los suéteres grandes y nuestros dedos entrelazados.
Los labios rojos, hinchados y mordidos.
Con el único deseo de abrazarte por un largo tiempo.
Tú sumergida en The Lovely Bones.
Sin poder apartar mis ojos de ti, sintiendo que el corazón podría escaparse de mi pecho en cualquier momento.
Eran días perfectos.
Y no lo supe hasta que ya no estabas.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Cada 02 de noviembre.

Y me duele.
Me duele en el alma y en el cuerpo, se me hace un nudo en la garganta por todos aquellos que se fueron.
Los que conocí.
Los que no alcance a conocer.
Los que conocí pero era tan pequeño que son simples borrones en mi memoria.
Me duele por ellos, porque ahora sé lo que es la pérdida.
Me duele por ellos porque quisiera que no conocieran tal dolor.
Me duele porque quisiera que fueran eternos, porque aún no se van y ya me duele, porque en solo pensar en eso hace que el pecho se me estruje y quiera romper a llorar.
Cuando llegamos al cementerio y recorrimos ese largo camino con toda esa gente y llegamos a las tumbas de la familia de mi abuelo y mi abuela comenzó a rezar, pensé en que aunque no crea en la religión (ya no tanto como antes o ya no completamente) creo en la espiritualidad. Creo en el descanso eterno, en otros planos.
Y espero todas esas almas, que son millones, encuentren el descanso eterno, que encuentren la paz.
Quise ir a ver su tumba, pero no recordé el camino, aquel que recorrí hace dos años es un borrón en mi memoria y tampoco tuve el valor de preguntar a alguno de los dos.
 Me gustaría haberle llevado flores, pero también sé que me gustaría haber ido a verle solo, porque me duele.
Y sé que siempre dolerá, aunque sé que el dolor puede menguar, porque es parte de la vida, es lo que nos hace humanos.
Espero estén bien todos ustedes, siempre los recordaremos.
Los amo, siempre.

"La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo. 
-Isabel Allende.

martes, 24 de octubre de 2017

1:09

Me revuelvo en mi asiento, la ropa me incómoda. Me dificulta respirar ¿o es mi cuerpo? 
Trato de calmarme y pensar en otra cosa.  Me revuelvo en mi asiento de nuevo y las personas a mi alrededor me hacen sentir presionada, incluso si no me están mirando.
Odio cuando mi mente juega así, que no me deja estar tranquilo. El cuerpo me incómoda, me asfixia.
Quisiera poder llevar mis manos a mi nuca y encontrar un zipper y poder bajarlo. Bajarlo y deshacerme de todo lo que soy. 
Trato de respirar hondo, pero aun así el oxígeno no es suficiente. 
Inhala.
Exhala.
Pero aún este cuerpo se sigue sintiendo como demasiado. Siempre se siente así, joder. Siempresiempresiempresiempresiempre.
Quiero vomitar, tengo un nudo en la garganta y todo mi ser me asquea, me repugna, me irrita.
Quiero llorar y quiero morir, quiero desaparecer. Quiero ir a casa y dejar de sentirme el cuerpo, la existencia.
En mi mente soy una masa amorfa sin género que solo existe, ahí, tendida en mi cama. 
Y quisiera que fuera cierto, sería más sencillo.

sábado, 14 de octubre de 2017

Baby you're like lightning in a bottle.

A: Luces amarillas y labios rosas.

Aún duele, aún no sé como es que las personas pueden cortar de su vida a otras tan de repente. No sé como son capaces de arrancarse del alma de los demás sin importarles el vacío que dejarán y sin preguntarse como hará la otra persona para llenarlo o es que si quiera puede llenarse. 

Aún te extraño, aún puedo sentir pequeñas mariposas cuando pienso en ti. 
No te odio, creo que nunca podría odiar a alguien a quien alguna vez quise. 
Cuando estaba contigo, el odio dejaba de existir por un rato. 

Me provoca una especie de felicidad saber que nos tuvimos, que fuimos, de alguna manera. 
Me hiciste feliz y espero haberte hecho feliz. Y lo siento, si alguna vez te sentiste presionada por mi culpa, no lo quise hacer y aún siento bastante culpa, créeme, porque nadie merece sentirse presionadx para salir. 
Si aún tuviéramos comunicación, te pediría perdón por todo. 

Espero estés bien, aún te quiero, de alguna manera. Espero algún día encuentres la libertad de ser quien de verdad eres, espero ellos vean la luz y vean cuanto te han lastimado. Espero que esas personas que te hacen e hicieron daño recapaciten, desearía que no lo hubieran hecho. Espero tus amigos sean buenos, espero siempre te apoyen y los tengas a tu lado. 

Espero tengas una buena vida, que tengas alguien te ame con cada latido de su corazón. Incluso si esa persona no soy yo. Espero te abrace en tus noches más oscuras, espero no tengas que ir a curarte de tus demonios y espero que ganes contra ellos. 

Ojalá algún día regreses a ese lugar, tiendas una manta en el suelo y te recuestes en ella a ver el cielo lleno de estrellas y espero te sientas feliz, de verdad que sí. 

Ahora cada vez que veo esa película, siento tu mano en la mía. 
Ahora que cada vez escucho esa canción, te veo. 
Gracias.

viernes, 13 de octubre de 2017

Boyhood, Sonny Boy y café.

Y ha sido una buena noche.
La tarde estuvo nublada y he ido a un cine al aire libre en un centro cultural con alguien.
Llegué a casa un poco más allá de la medianoche, después de haber disfrutado Boyhood por tercera vez.
Nunca había ido al cine al aire libre (pero siempre había querido) y es bonito porque no había conocido a una persona que disfrutara de esas cosas como yo.
Me reí, amo el soundtrack de la película y me gustó que todo esto fue espontáneo. Es la clase de cosas que ves que hacen en una serie o en una película y dices "Quisiera que eso pasara".
No me sentí infinito, he caído en cuenta que llevo mucho tiempo sin sentirme así y no sé que pensar. He crecido, supongo. Pero sentirme infinito siempre viene acompañado de cierta tristeza, porque sabes que debes aprovechar ese momento al máximo y disfrutarlo porque es efímero. No importa si tomas miles de fotos en ese momento, porque después de que se acaba, eso es todo.
Tienes el recuerdo de ese sentimiento y puede que lo vuelvas a experimentar pero nunca será lo mismo.
Y buscarás desesperadamente volver a sentirte de esa manera.
Lo sé, porque vivimos de sentimientos como ese. Es la clase de sentimientos que te alimenta cuando tu alma está hambrienta de vida. Y los humanos estamos hambrientos constantemente.
La película acabó, entre risas y aplausos. Nos acercamos a la pequeña cocina y pedimos un café, ella un muffin y yo una galleta. Nos reímos y platicamos de las clases y de la película hasta que tuvo que irse.
Salí del local y me senté en una de las mesas que estaban fuera, puse mi café en ella y comí mi galleta mientras disfrutaba de la vista que tenía la calle al estar tan llena de vida un viernes casi de madrugada(?), había 3 chicos en la otra mesa junto al otro lado de la puerta. Uno de ellos tocaba la guitarra y otro un tololoche, el de la guitarra cantaba Keep It To Yourself de Sonny Boy Williamson y fue la perfecta manera de acabar la noche.
Sentado ahí, tomando café y escuchando esa voz ronca llenándome el alma, sin preocuparme que tuviera escuela en un par de horas.
No fui a casa sintiéndome infinito, pero fui a casa contento y creo que eso es suficiente, al menos por hoy.

Personas que vienen, personas que se van.

Sé que no creíste ninguna palabra que salió de mi boca.
Sé que aunque me miraste a los ojos, prefieres creer el capítulo de novela trágica que te creaste en tu cabeza.
Sé que le contaste a todos tus amigos, por la manera en que me miraron.
Sé que me creaste una reputación. Una que no creo que me merezca.
Sé que debería cambiar, pero no hice ninguna de esas cosas que te esparciste.
Y me duele. En el centro de mi pecho hay una herida abierta y es extraño porque no puedo verla, no puedo tocarla con mis manos pero la siento. Ahí está. Tomaste un cuchillo y como quien no quiere la cosa me la clavaste en el pecho.

Mi vida no se va a detener porque no estás en ella, mi vida no se va a detener por las cosas que debes de haber contado de mi o porque no creíste en mí. Pero el corazón se me estruja al pensar que una persona a la que estimaba tuviera ese concepto de mí después de 3 años.

Los que de verdad me conocen saben que yo no soy esa clase de persona, porque no fui criada de esa manera. Porque no gano nada denigrando y humillando a una persona, frente a ella o a sus espaldas. Porque nadie tiene tanta importancia en mi vida, porque es horrible hacerle eso a cualquier persona y porque sé lo feo que se siente.
Sé que soy una mierda de persona, lo sé y mi mente me lo repite cada jodido día. No puedo escapar de ella, me bombardea cada maldito segundo del día y lo tengo muy claro. Pero nadie es perfecto, lo sé.
¿Pero la cosa que dices que soy? Es mentira, porque no gano nada siéndolo o comportándome de esa manera. ¿Por qué gastar el tiempo siendo amigx de una persona para después hablar a sus espaldas? ¿Qué sentido tiene? ¿Qué se gana? Nada y eso lo tengo muy claro, pero tú no. No tuve, tengo o tendré motivos para hablar de ti, incluso después de eso. No eres tan importante, ya no más.
Y me da mucha tristeza, de verdad que sí, porque vas a ir por el mundo acusando a personas de cosas que no hicieron. Porque te pedí pruebas y no las tuviste, "está en mi cabeza" contestaste.
Mi consciencia está limpia, porque quise aclarar las cosas y porque sé que no hice nada.

Alguien me dijo "Si necesitas tiempo, tómatelo. Todo va a estar bien, no tengas miedo. Eres una buena persona. No lo olvides."
Y no sabes cuanto jodidamente necesitaba escuchar eso después de hablar contigo.
Y por primera vez en toda mi vida, lo creí poquito.

Fue un gusto, a pesar del trago amargo.
Ten una buena vida, gracias por esos 3 años y los buenos momentos.
Adiós. Adiós. Adiós.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

17:34

A veces me asusta cuán desconectado me puedo sentir.
No quiero reír, pero tengo que.
No quiero sonreír, pero tengo que.
Solo quiero quedarme ahí, solo eso. Sin hacer nada, porque incluso pensar  requiere un gran esfuerzo.
No quiero moverme, porque siento como si tuviera todo el peso del universo sobre mí. 
No quiero hablar o que alguien me hable.
Y de repente siento que puedo soltarme a llorar en cualquier momento, por la más mínima cosa.
Llorar largo y tendido.
Me asusta sentirme así.
Sentirme tan...entumecido.
Y entonces, días después, recupero la sensación.
Pero aún así mi cabeza no me da descanso.

sábado, 16 de septiembre de 2017

01:58

Y es bonito.
Es bonito como una botella y media de vino puede hacerme sentir esa calidez por dentro.
Es bonito como mi lengua se siente pesada y solo sonrío un poco cuando alguien se dirige a mí.
Es bonito como solo quiero cerrar los ojos y pensar en aquellos meses en los que sentía que podía hacer todo.
Y me gusta.
Me gusta como tomo un trago y no puedo pensar en otra cosa más que en ese sabor amargo inundando mi boca, pero entonces, siento la calidez. Y vale la pena cada trago amargo.
Y siento una ligereza en mis pies, sobre mis hombros. Me siento un poco feliz y con algo de sueño.
Pero es cálido.
Y eso es lo que importa en ese momento. No hay pensamientos tristes ni ganas de desaparecer.
Es cálido.

jueves, 14 de septiembre de 2017

04:24

El universo se encargo de darme una bofetada en la cara para recordarme que nunca he salido en realidad de ese pozo. Que si me dejo llorar no pararé. 
Decepción y frustración se revuelven en mí. Siento que mi cuerpo es grande, enorme, gigante y solo quiero dejar de sentirlo. 
Quiero dejar de sentir todo. 

martes, 12 de septiembre de 2017

03:45

Y dudé en contarle algo más profundo, dudé en desnudar parte de mi alma. Parte de esa gran zona oscura que hay en mi cabeza.
Le miré a los ojos, esos ojos miel enmarcados con largas pestañas negras.
No lo entendería. O no lo haría completamente.
Me ama y le amo, pero eso no quiere decir que acepte todas las partes de mí. Eso no quiere decir que no va a argumentar en contra de como se siente una parte de mí. Eso no quiere decir que no va a doler lo que ella piense o diga respecto a ese tema. Eso no quiere decir que mi corazón no lata menos rápido al pensar en contarle eso.
Porque fue criada de diferente manera, porque toda su cabeza es un mundo.
Porque ya ha hecho comentarios respecto a un tema parecido, demasiado parecido y me ha dolido un poco el alma. Saber que tal vez nunca lo apoye completamente.

Saber que nunca podré saber si realmente necesito hacer ese cambio para ser un poco más feliz, porque tengo miedo, mucho miedo.
El mundo está plagado de odio, está plagado con comprobaciones científicas, religión, fanáticos y muy largo etcétera.
Ellos van a tratar de derrumbarme, ellos están tratando de derrumbarme. Y no puedo evitar caer.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Slow life.

Y lo que hice en el pasado me atormenta.
Las cosas que dije, cómo me comporté, como presioné.
Cómo les hice sentir, lo que les hice decir.
Las cosas que no pensé y las que pensé demás.
Las cosas que no hice.
Las cosas que debí haber hecho.
Lo que debí haber dicho y lo que no dije.
A los que lastimé. A los que estoy lastimando.
A los que leen esto.
Lo que no me guardé. Lo que debí haberme guardado.
Lo que dejé ir.
Lo que no he dejado ir.
Lo que me dejó.
Lo que nunca me va a dejar.
A quienes amé. A quienes amo. A quienes no pude amar.
Los que estuvieron ahí y los que no.
Lo siento por todo.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Organs.

Tengo miedo de seguir sintiéndome así. Tengo miedo de que sea algo más profundo.
Tengo miedo de todo lo que pienso.
Tengo miedo de cuán desconectada me siento de todo en ocasiones.
Tengo miedo de pedirle a mi madre si puede llevarme a hablar con alguien, porque eso implicaría tener que contarle como me siento a ella.
Tengo miedo de que sienta que fracasó como madre si sabe todo esto que tengo dentro. Tengo miedo de que no me tome en serio.
Tengo miedo de sentirme como una carga.
Tengo miedo de que mis padres, mis amigos, mis conocidos me vean como alguien que solo quiere atención, de que no hago nada para dejar de sentirme así, que solo finjo.
Tengo miedo de que mis padres se sientan preocupados de que pueda hacer algo, miedo de que vivan al borde por mi culpa, de que se sientan como yo me sentía con Agridulce. 
Tengo miedo de absorberles un poquito de felicidad.
Tengo miedo de esas ocasiones cuando de la nada mi corazón se agita como loco, cuando tengo ganas de hacerme irme a un rincón y quedarme ahí por horas.
Tengo miedo de cuando planeo salidas con mis amigos, de cuando estoy escogiendo la ropa que usaré pero entonces comienzo a sentirme mal, mi corazón se agita y lucho contra las ganas de dejarme caer en un rincón y abrazarme el cuerpo, de que la piel me hormiguea y quiero dejarme caer en ese abismo de ansiedad.
Tengo miedo de cuando llegó a casa después de la escuela y solo quiero morir, de cuando comienzo a llorar y quiero desaparecer, dejar de existir, evaporarme.
Tengo miedo de a veces sentirme diferente, de que este cuerpo no me pertenece, de ver las fotos de esos chicos y querer lucir como ellos, de no tener curvas sino hombros anchos y mandíbula marcada.
Tengo miedo de todos, de las miradas, tengo miedo de que no me crean. Tengo miedo, mucho miedo. Y no puedo dejar de llorar, tengo unos buenos padres, una buena vida, una buena hermana y una buena familia ¿por qué me siento así?
Me cuestiono todo el tiempo, ¿es real lo que siento?¿¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento?
Tengo miedo de que lo que soy está equivocado. Tengo miedo de toda esa gente allá fuera. Tengo miedo de todo ese odio, de todos aquellos que pueden invalidar lo que siento, lo que soy y lo que puedo ser.
Puedo reír, puedo reír con mis amigos, con mi familia, puedo salir y disfrutar pero llega un momento en el día en que caigo en un pozo. Y vuelvo a sentir todo eso que está allá arriba.
Necesitaba escribir todo esto, lo siento.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Alone, I fight these animals.

Parece que siempre comienzo las entradas con "Han sido días difíciles" pero no tengo otra forma de decirlo, no la hay.
Lo siento.
A veces abro los ojos por la mañana y solo quiero volver a cerrarlos, porque el Sol ni siquiera ha salido y ya no quiero sentir nada. Es una batalla, levantarse de la cama, bañarse y vestirse para ir a la escuela cuando todo dentro de mí dice no.
Es duro estar con esas personas que me hacen reír y no poder disfrutar porque mi mente es un constante bombardeo, porque el cuerpo me duele de la tensión, de que los espejos se me clavan como cuchillos.
Odio cuando salimos a comer y si es un lugar conocido, mi mente comienza a preocuparse sobre la comida y como debo elegir lo que tenga menos calorías o lo que sea más pequeño de lo que ellos vayan a ordenar pero no tan pequeño para que se termine rápido y para que no sea solo yo quien ya no está comiendo porque era una porción, bueno, pequeña. Y me dicen "Es la primera vez que te veo comer", "¿Por qué no comes?", "¿no vas a comer?", "¿solo eso?", "no puede ser que ya te llenaras". Son cosas que vengo escuchando desde hace años.
Sé que no comer no es la respuesta, lo sé, pero...la culpa no se va, el odio tampoco lo hace.
Es horrible cuán consciente soy de mi propio cuerpo, es horrible cuánto odio cómo luce, cómo se siente.
Y mi mente solo gira entre la culpa, en cuán inútil me siento en todo, en el cansancio (progresé, ahora trato de dormir 8 horas la mayoría de los días y ya no 4), odio estar en clase y sentir como mi espalda duele por la tensión que me provoca el simple y jodido hecho de respirar, de sentirme el cuerpo.
Y llego a casa y trato de no dejar que los pensamientos de odio me mareen para poner una sonrisa y contar lo que hice ese día a mi familia.
Ha sido así por tanto tiempo, que no conozco otra forma de vivir.
Lo siento.

domingo, 27 de agosto de 2017

4

"Extraño como era, ¿sabes?" me dijo.
"¿El qué?" contesté y giré mi cabeza para mirarla.
"Todo, pero más que nada, extraño como nos comportábamos antes, hace 4 años. Tú y yo. Nos extraño." tenía la mirada perdida en el horizonte, donde el Sol moría.
Estábamos en nuestro lugar, donde siempre nos encontrábamos para fumar o simplemente para hablar.
Solté un suspiro.
"Yo también nos extraño." le dije dando una calada al cigarro y pasándoselo.
Nos quedamos un momento en silencio, mirando el atardecer.
Había pasado mucho tiempo sin pensar en aquellos días, en aquel verano. En los últimos días de escuela y en las tardes en mi casa o en esas calles.
Del primer trago de vodka y el primer cigarrillo, de las pláticas fuera de mi casa a las 12am y de la luz de la vecina apagándose para darnos tirarnos la indirecta de que ya nos fuéramos.
Nosotras en mi habitación, cantando Forever Young de Alphaville a todo pulmón y saltando sobre la cama. Las tardes de lluvia y las gotas deslizándose por nuestra piel. Las mentiras y los mensajes. Cuando descubrieron todo y tuvo que irse.
Pero de alguna manera, creo que fue algo bueno. Irse siempre significa cambio y yo necesitaba cambiar.
Necesitábamos crecer fuera y más allá de nuestras sombras, de conocer gente nueva y dejar de encerrarnos en nuestra burbuja.
Siempre ha sido parte de mi vida y espero siempre lo sea.
Aún extraño su brazo sobre mis hombros y el mío rodeando su cintura cuando camino por los pasillos, pero está bien.
Somos mejores ahora.

martes, 15 de agosto de 2017

23:04

Y salió de ese lugar.
No ha ganado la batalla completamente, pero ese tipo de luchas son largas.
Pero ha vuelto a casa y eso es lo que importa.

lunes, 24 de julio de 2017

21:45

-No es la primera, ni será la última- dijo mientras trataba de tragar ese nudo en la garganta y se acurrucaba en el vacío que tenía dentro suyo. Se rodeo con los brazos, tratando de mantener todas las piezas juntas.
Superar siempre es algo difícil, tedioso. Es continuar con tu vida sabiendo que esa persona ya no está más contigo, que realmente ya no le importa que sucede con tu vida aún cuando parecía que quería estar dentro de todos tus rincones.  Es dejar de buscarle en cada pequeña cosa de tu vida cotidiana, es dejar de leer ese libro, dejar de ver esa película (aquella en la que te sostuvo la mano en la oscuridad) y dejar de escuchar esa canción, la que te dijo que era su favorita.
Me sé todo ese proceso, puedo seguirlo con los ojos cerrados.
Me harta.
Es...es solo que parece que nunca acaba. Que salgo de una para entrar en otra y sigue siendo lo mismo.
Superar siempre es algo largo. *sighs*

martes, 4 de julio de 2017

18:50

A veces hay días malos, que pueden empezar como buenos.
A veces hay días en los que solo hay colapsos.
Días en los que quiero quedarme en cama y dejar que mi cabeza me grite.
En los que mirarme al espejo da miedo, en los que solo pienso nada mejora aunque esté poniendo esfuerzo.
En los que me levanto de la cama aunque todo lo demás diga no.
Que me toma mucho valor el solo salir a la calle o bajarme del auto. Hablar.

Días en los que mi mente me bombardea de la nada.
Y los muros vuelven a subir.
Y me odio. Nadie está dentro de mi cabeza para saber por qué actuó de esa manera, pero tampoco lo justifica.


Sé que hay pequeñas victorias.
Que hay pequeñas mejoras aunque mi mente no quiera aceptarlas porque está demasiado ocupada bombardeándome.
Es una lucha constante.
Pero sigo luchando, y creo que eso es lo que cuenta.

Rojo.

Trato de mantener mi cara en blanco mientras estoy frente a estas personas.
Me doy vuelta y subo las escaleras hacia mi habitación, cierro la puerta con cuidado.
La cabeza me palpita, mi cabeza grita.
Recargo la frente contra la puerta. Respiro rápido. No llores, no llores, no llores.
Es la frustración dentro de mí.
Es el enojo, la ira.
Hace un remolino dentro de mí, quiere salir, quiere ir a abajo y gritarles.
Mis manos están en puños, mis nudillos son blancos. Mis uñas lastiman mis palmas.
Es frustración, es enojo, no llores, no llores, no llores.

Trató de calmarme pero este sentimiento me quema por dentro, trata de salir, se arremolina dentro de mí.
Quiero que sepa que me duele.
Quiero que sepa que estoy enojada.
Quiero que lo vea. 

Las lágrimas caen y sigo inmóvil contra la puerta.
Rojo.
Rojo.
Rojo.

Quiero romper algo.
Quiero golpear algo.
Hacer algo que deje evidencia de cómo me siento.

Me muevo, me recuesto contra la pared y me dejó caer, atraigo mis piernas contra mi pecho.
Y ahí me quedo.
Con todo eso dentro de mí.

domingo, 25 de junio de 2017

Intentarás arreglarte algo, pero no podrás arreglar lo que no puedes ver.

Han sido de esos días difíciles, donde siento que todo en mí está equivocado.
Que tengo curvas y ángulos donde no debería, que mi cabello es demasiado largo o mi voz demasiado aguda.
Que tendría que verme de diferente manera. Sentirme de otra forma.
Estoy volviendo a dejarme sentir el vacío en mi estómago porque éste es demasiado. Que cada mañana me levantó y me arregló un poco pero en mi mente solo me dice "eres una mierda y hagas lo que hagas, nunca podrás cambiar eso".
Estoy teniendo miedo a los espejos de nuevo. Estoy comenzando a contar las calorías o pensando en no comer otra vez.
Y esa no es la puta solución, joder, pero no puedo evitarlo.
Mi mente es un caos. No sé que estoy haciendo mal en casa, tampoco no sé que hacer para dejar de sentir que mi cuerpo no debería ser así.
Siento que me ahogo, siento que el aire no me alcanza.
A veces el sentir como mi cabello me roza la espalda (por lo largo que está) hace que quiera arrancarlo o tomar las tijeras y cortarlo. Pero sé que me arrepentiré cuando llegué el día en que sienta que debería tener más curvas en lugar de no tener ninguna.
Días como estos no quiero que nadie me mire, porque sé lo que verán. Verán lo que tanto odio. No sé ni siquiera cómo soportan mirarme. Cómo ella si quiera pudo quererme, mirarme o tocarme, ¿cómo alguien puede hacerlo? Ni siquiera yo lo puedo hacer. Ella merece más que toda esta jodida cosa que soy.
Realmente odio esto.
Odio mi cerebro.
Odio no haber nacido en otro cuerpo, odio no haber sido un chico pero también no odio haber nacido con cuerpo de chica (es demasiado confuso, lo siento).
Solo denme un jodido descanso.

sábado, 24 de junio de 2017

14:45

Creo que estoy cayendo de nuevo, estoy volviendo a ese lugar del que siempre he tenido miedo y del que nunca he salido completamente. Creo que nunca saldré.

Tengo miedo de que todo vuelva.

lunes, 19 de junio de 2017

The road can be your home too.

Y voy a extrañar la carretera. Voy a extrañarla cuando todo desaparezca.
Extrañaré mirar las estrellas desde la ventana o sobre el capo del auto. Extrañaré pensar en ti cuando las vea. Extrañaré las nubes siguiéndome a donde sea que vaya. 
Aún no odio la carretera porque todavía no extraño mi hogar.  Y espero nunca hacerlo.
La carretera es una parte de mí. 
El viento en mi cabello, chocando contra mi piel. El sol. Los árboles. Las montañas. El cielo azul. Las nubes. Las estrellas. La puesta del sol. El amanecer. Las personas que amo sentadas en el asiento trasero cantando, riendo o durmiendo. 
Huyendo lejos o yendo a casa.
Extrañaré todo.
Por favor, no ignores estas cosas.
La carretera puede ser tu hogar también.

I hope you make it to the day you're 28 years old.

Olía a cigarros, era lo primero que noté. Me di la vuelta y vi a ese chico. Alto, delgado, moreno con cabello negro y corto.
Era como verlo de espaldas.
Pero en realidad no era él.
No había sido realmente él por un largo tiempo.
Los demonios suelen hacer eso, suelen desaparecerte.
No era que estuviera delgado porque hacía ejercicio o por su metabolismo, no.
Era de eso que abusaba para callar todo lo que estaba en su cabeza.
Eso en lo que estaba sumergido.

Siempre olía a cigarros, es por eso que ahora pienso en él cada que veo a un chico fumando.
No lo he visto en meses, pero sé que se está recuperando. Todos contamos los días que faltan para agosto.
Es difícil, la situación es difícil.
Y la admiro, por lo fuerte que está siendo, pero tengo miedo de que todo el estrés de estos chicos la agoten. Porque lo están haciendo y es horrible.
Es horrible porque a mi abuela también la agotaron tantos años, a su hija también. Y a veces las personas no son lo suficientemente fuertes para soportar tanto y el cuerpo comienza a fallar.
Tengo miedo de eso.

Los demonios se enfrentan, se pelea contra ellos con uñas y dientes.
Se enfrentan cara a cara.
Y sé que los está enfrentando, está ganando y eso es lo que cuenta.

Crecí con ese chico.
Jugué con él, discutí, me agarré a golpes, fui a la playa, al parque, pasábamos los fines de semana jugando Mario Kart o con mi tío mojandonos con la manguera.

Ese chico va a ganar.
Y todos vamos a estar jodidamente orgullosos de eso.

sábado, 17 de junio de 2017

De 730 días.

Hoy se cumplen dos años.
Es un día soleado.
Ahora podríamos estar en carretera, contigo en el copiloto, mi padre conduciendo y Sofía y yo en el asiento trasero. Tal vez mi madre también estaría ahí.
Tal vez todos ellos estarían ahí también, como hace dos años.
Cuando todos fuimos a aquél lugar lejos de la ciudad y disfrutamos de la naturaleza como ya no lo hace la gente de ahora.
Extraño esos días.
Te extraño.
Ese hueco en mi pecho siempre tendrá tu nombre.

Hoy había misa en tu nombre. Y creo que fui la única en casa que lo recordó, cuando soy la que menos ha pisado la iglesia en su vida (a parte de mi padre).
Y para al final de la misa, tenía un nudo en la garganta. Estaba ahogándome.
Y las lágrimas encontraron una forma de escapar.
730 días.
Mi madre dijo "A ella no se le olvida ese día" cuando me preguntaron cuántos años se cumplían desde ese 17 de junio.

Donde quiera que estés, sé que ya nada duele.
Sé que estás bien.
Y eso es todo lo que necesito.
Eso es todo lo que necesitamos.
Gracias por todos esos años.
Te amo, perdón por no decirlo todas esas veces.
Te amo.
Te amo.

martes, 13 de junio de 2017

17:05

Algunos días siento que me ahogo. Respiro profundo y aun así el aire no me alcanza. Que mi cuerpo es demasiado, con curvas en lugares equivocados.

Me desabotono el primer botón de la camisa, respiro hondo. Siento como mi cavidad torácica aumenta y disminuye de tamaño pero no dejo de ahogarme.

Mi cuerpo es demasiado, demasiado grande. Con demasiadas curvas, pero a veces quisiera tener unas buenas. Otras veces quisiera no tener ninguna. Mi rostro, odio mi rostro, no sé cómo soportan mirarme siquiera.
Odio el mero hecho de existir.
Odio recordar. Odio dormir para no pensar. Odio haber hecho daño y no poner las cosas en perspectiva. Odio tener miedo y que el tenerlo me haga actuar de mala manera.

Los días así son difíciles. Solo quiero quedarme en cama y luchar por no ahogarme.
Y respiro.
Y respiro.
Adentro.
Afuera.
Nunca es suficiente.

domingo, 11 de junio de 2017

De salas oscuras, gargantas adoloridas y mañanas frías.

Era la 1 am.
Mi garganta dolía pero no quería irme.
Quería seguir ahí, en esa sala dejándome la garganta cantando.
La única luz era la de la televisión, que nos servía de karaoke.
Unos bailaban mientras alguien me acompañaba en el sillón, mirándolos y riendo.
El cuerpo me dolía de reír y no por mis heridas emocionales.
Las cartas del Uno estaban esparcidas por toda la mesa detrás de nosotros.
Las botellas amontonadas en la cocina.
Con unos tocando una guitarra de aire mientras las bocinas gritaban "¿Es un solo? !Es la guitarra de Lolo!" .
Eran canciones de hace años, pero que seguíamos cantando porque si no te la sabías no eras humano.
Nos sentíamos más jóvenes de lo que éramos.
Sentíamos la eternidad correr por nuestras venas.
La felicidad superaba el dolor de garganta.
Cantamos hasta que quedamos roncos.
Cuando por fin llegó la hora de volver a casa, todos fuimos por caminos diferentes.
Volví a casa, mientras el sol comenzaba a salir.
La mañana era fría, mi caminar era lento.
Y pensaba: es increíble como los mejores días aún no llegan.
Aunque a veces despierte sintiendo que todo está mal, que mis pensamientos me abruman y no me dejan estar en paz.
Los mejores días aún no llegan.
Y es algo increíble.


I'd spend the rest of my life standing here talking.

El sol brillaba y la carretera se extendía frente a nosotros. El aire entraba por la ventana alborotando mi cabello, Drew conducía con una mano en el volante y apoyaba su cabeza en la otra. Habíamos salido temprano de casa, porque ese había sido el plan de todos. Aunque ya sabíamos que Anna, Valeria y Daniel llegarían tarde hasta a su propio funeral.

En la radio sonaban canciones de Kings of Leon, Colplday, Bon Jovi...y me recordaban porque amaba tanto las carreteras. Las curvas, las subidas y bajadas, las montañas, el cielo azul, el sol brillando sobre la piel, el viento entrando por la ventana.

Fue un viaje de 2 horas hasta llegar a la playa, seguía siendo bastante temprano por lo que la playa estaba sola. La arena estaba caliente bajo nuestros pies y el mar cristalino parecía eterno. Armamos la sombra, bajamos las sillas y esperamos 20 minutos hasta que llegaron los demás en el auto de Valeria. Daniel venía luchando contra todas las bolsas y toallas, mientras Valeria y Anna bajaban la comida.

Nos sentamos todos bajo la sombra, platicando y riendo, mientras la playa comenzaba a llenarse de gente, hasta que decidimos que era momento de entrar al agua. Anna y Valeria corrieron cual niños hacia el mar y Drew y yo soltamos una carcajada cuando gritaron por lo fría que estaba. Bueno, era Abril y el agua seguiría fría por un tiempo, por lo menos hasta Junio o Julio.

Nadamos un rato, nos empujábamos, nos perseguíamos, Drew nos gritaba a mí, Valeria y Anna cuando nos veía como hormigas cuando nos alejábamos mucho. Se reían de mí cuando nadábamos hasta lo más hondo y yo no podía tocar la arena y todos los demás sí (excepto Daniel, él es tan bajito como yo). Que hijos de puta.

Regresamos a nuestro lugar hambrientos, nos sentamos un rato sin hacer nada más que hablar. Comenzamos a jugar verdad o reto, Anna y yo terminamos tomando una botella de cerveza sin manos y riendo cuando nos quemó la garganta. El ambiente era caluroso, el sol brillaba más a esa hora del día, el mar se iba viendo más azul conforme pasaban las horas.

Regresamos al mar, seguimos nadando hasta que nuestros cuerpos pidieron otro descanso y el sol comenzó a bajar. Comencé a sentirme un poco mal, mientras escuchaba a Valeria preguntarle a Anna si quería ir a caminar para platicar, y yo sabía de que se trataba.
Se trataba de esos mensajes, del "¿Puedes amarme?" que Anna me había escrito 2 días antes a las 3 am. No eran discretos, con Valeria haciendo comentarios (no malos, pero seguían haciendo teniendo que ver con eso), con Anna enojándose cada que Drew se burlaba de mí mencionando a vino y bombones. Al final, terminamos yendo a caminar todos, la arena mojada bajo nuestros pies y las olas chocando contra la orilla. Llegamos hasta el final de la playa, nos sentamos en las rocas que había ahí y miramos el mar, Las olas chocaban más fuerte ahí, el mar parecía mucho más azul, más eterno, más salvaje. Era como esas imágenes que ves en Tumblr, las que te hacen desear estar sumergido en ese mar.



Caminamos de regreso, cuando llegamos a nuestro lugar tendimos todas las toallas para acostarnos, el cuerpo nos pesaba de tanto nadar y apenas eran las 6 de la tarde. Valeria y Anna decidieron ir a nadar de nuevo, mientras Daniel, Drew y yo nos levantábamos de las toallas y nos sentábamos en las sillas. Platicábamos de todo, mientras el sol bajaba cada vez más, el malestar del asunto se había escondido en algún rincón de mi mente, ahora solo disfrutaba de lo que restaba de la tarde.

Valeria y Anna volvieron y se unieron a nuestra plática, comenzamos a recordar las estupideces que hacíamos en la secundaria, de las estupideces que hicimos la última vez que nos vimos y las estupideces que hacemos ahora. Deseé poder quedarme siempre en ese lugar con esas personas.
Podría pasar el resto de mi vida aquí hablando.


A pesar de todos los años, a pesar de las peleas, los enredos y los corazones rotos, seguíamos ahí. A pesar de los años y de las cosas que se vienen, sé que seguiremos estando en la vida de los demás.

El sol daba su último respiro cuando comenzamos a guardar las cosas.
Cuando el sol murió, nos subimos a los autos, Drew y yo delante del auto de Valeria.
La única luz era la de los faros del auto.
Nuestro regreso a casa.

sábado, 20 de mayo de 2017

De autobuses y egoísmo.

Íbamos de regreso a casa, había sido un largo día. Venía muriendo, la cabeza me daba vueltas y los ojos me dolían, había estado sintiéndome así desde las 11 am.
Lo único que tenía en el estómago era un café y una malteada que me tomé a fuerzas para no ser la única que no comía nada en el grupo de amigos y sentirme incómoda.
En la sala de cine mis hombros dolían, y creía que era mi paranoia la que me tenía al borde por estar preocupada de si iba a morir en ese asiento. Las risas y su platica ayudaban a distraerme.
Fue hasta que tomé un sorbo de soda que entendí que no era mi paranoia y si me sentía mal, cuando compré esa botella de agua y mis piernas y manos temblaban.
El agua ayudó, ellos ayudaban a que mi cabeza no diera vueltas y el sillón en el que estaba sentada también ayudaba más, hasta que llegó el momento de regresar a casa.
Solo quedábamos cuatro de seis, subimos al autobús, eran las 21:15. El conductor esperó hasta que dieron las 21:30 para arrancar y nosotros sólo estábamos sentados cantando canciones de cuando éramos niños.
Anna estaba a mi lado izquierdo, Angel a mi lado derecho y Valeria al lado derecho de Angel.
Mi cabeza volvía a dar vueltas cuando el autobús comenzó a moverse y recargue mi cabeza en el hombro de Anna y cerré los ojos.
Me tomó de la mano y le dejé. Recargo su cabeza en la mía y le dejé.
Creo que en ese momento, pensé en que no sería tan malo dejarme amarla. Tal vez, sí podía hacerlo (porque ya lo hago).

El calor de su mano era lo único que no dejaba que me deslizara hacia la inconsciencia. Ahí, en ese autobús, bajo esas luces blancas y bajas, junto a ellos y los otros desconocidos, creo que me dejé amarla.

Y probablemente por la mañana me odie a mí misma, porque soy una jodida egoísta. Porque no merezco que me ame. Porque sólo estoy pensando en mí. Y mi mente sólo repite "egoísta, egoísta, egoísta".

Pero por un momento, fue agradable. Fue ese pequeño momento de perfección.
Me dejé amarla como merece ser amada.

sábado, 13 de mayo de 2017

Slow it down, Angie and keep your stubborn love.

She'll tear a hole in you, the one you can't repair. 
But I still love her, I don't really care. 

Y quiero decirte que te sigo extrañando, creo que nunca dejaré de hacerlo. Porque se van a cumplir dos años el mes que viene y no puedo creer todo el tiempo que ha pasado.

Aún recuerdo ese sentimiento de hundimiento, ese peso en el pecho que no me dejaba respirar.
Cuando llegué a esa casa y vi a mi padre sentado en el patio, recuerdo abrazarlo después de varios años. Entrar en esa casa y verla llorar, de como abrazó a Sofía y lloró más fuerte.

Recuerdo entrar en esa habitación, con mi padre a mi lado y su brazo rodeándome los hombros, su mano apretándome fuertemente. "Dile adiós", me dijo con voz quebrada.

Su frente estaba aún cálida.
Su rostro estaba tranquilo.
Y solo pensaba en cuánto quería decirle que le amaba.
En cuánto quería que volviera. En cuánto quiero que vuelva.
Mi padre sollozó, me tomó de los hombros y salimos de la habitación.

Recuerdo sentarme en la silla del comedor, alguien me ofreció agua, otra me ofreció un jugo porque me veía pálida. Alguien tomó mi mano que estaba sobre la mesa. Otra persona me puso una mano sobre el hombro.

Me dejaron y fueron su lado, ella había parado de llorar.

El hombre pasó frente a mí con la camilla. Y comencé a llorar. Ella se iba, se iba.


It's better to feel pain, than nothing at all.


Todos estaban en el patio, ella estaba con el hombre fuera de la casa, hablando junto al auto.

Me levanté y me apoyé contra el marco de la puerta, veía como la subían al auto. Se iba, se iba.

So pay attention now,

I'm staring at your porch screaming out
And I won't leave unitl you come downstairs.

Recuerdo que esa noche me quedé en casa de uno de mis tíos, mientras todos estaban en la funeraria.

Mi tía nos obligó a cenar pero el nudo en la garganta no nos dejaba. Sofía durmió conmigo esa noche, mientras yo trataba de no romper a llorar en esa habitación oscura.

El día siguiente, cuando nos reunimos todos en esa pequeña cocina de la funeraria, uno de mis tíos dijo "una pequeña oración antes de irnos" y yo que nunca he sido muy religiosa, me encontré rezando con ellos. Aunque todos tuvieran religiones diferentes, todos dijeron algo para ella.

Yo no podía parar de llorar, abrazaba a mi padre y trataba de esconderme tras su espalda del mundo.

Sentada en la banca de la iglesia, me obligué a que las lágrimas pararan.


Si cerraba los ojos, podía verla a mi lado. Podía recordar con claridad ese día, ese momento. Podía verla a mi lado, podía sentir el viento entrando por la ventana y ver la carretera extendiéndose ante nosotros. Podía verla mirar por la ventana y ver como el viento jugaba con su cabello.


And I don't blame ya dear, 

for running like you did all these years
I would do the same, your best believe.

And the highway sings say we're close

but I don't read these things anymore
I never trusted in my own eyes.

So keep your head up, love

Keep you head up, my love
Keep your head up, my love
Keep your head up, keep your love.

Creo que nunca podré olvidar ese momento. Permanecerá siempre de ese modo en mi memoria.


Recuerdo llegar al cementerio, recuerdo seguir el féretro.

Y de como lo bajaban. De todas esas personas alrededor. De mi tío hablando de ella, de mi tía y de mi padre que no pronunció una palabra, pero mantenía apretada la mano de mi madre y la otra alrededor de Sofía, que se escondía en su pecho. Recuerdo recostar mi cabeza en su hombro, de Cristian llegando a mi lado. De ver una lágrima rodar por su mejilla, de las miles que rodaban por las mías.

Salimos del cementerio, el cuerpo me pesaba. Quería gritar pero solo seguía caminando, pero gritaba por dentro. Gritaba y gritaba.


I feel her filth in my bones
Wash off my hands 'til it’s gone
The walls they’re closing in
With velvet curtains.


"Me la quitaron", gritaba por dentro. No era justo, la puta madre. Estaba enojada, sentía una desesperación por dentro. 


They’re makin' noise in my street
My blinds are drawn I can’t see
Smashed in my car window
Didn’t touch the stereo


El camino a casa fue callado.

Llegamos a casa y rondé un poco la sala, mi padre en el sillón, Sofía en la mesa y mi madre en la cocina. Nos preguntó si teníamos hambre, pero yo no sentía nada. Solamente desesperación. 
Nos obligó a comer a todos, nadie había comido desde el día anterior o desde el día en que todo paso.

Recuerdo ir a mi habitación, quitarme la ropa negra y meterme en la cama. Veía todo a través de una bruma.


Act like you’ve been here before

Smile less and dress up some more
Tie up your scarf real tight
These boys are out for blood tonight


Tomé el teléfono y los auriculares, quería ahogar mis pensamientos. Quería dejar de sentir esa desesperación. Quería dejar de pensar. Quería regresar el tiempo. 

Subí todo el volumen.

Slow it down, Angie come back to bed
Rest your arms, and rest your legs
Don’t you frown when you’re feelin' like that


Miré el techo de mi habitación hasta que me quedé dormida. Y lo único que pensé fue en cuánto le amaba y en cuánto le quería de vuelta. 


Only love can dig you out of this.

miércoles, 3 de mayo de 2017

Ed mintió, los corazones sí se rompen por aquí.

Y hablamos por primera vez en semanas. Y las ganas de abrazarte y volverte a ver seguían ahí, aunque para verte sólo basta con quedarme dos horas más en la escuela, pero sé que no es lo mejor.

Y me duele, la puta madre. Te extraño, extraño rodearte con los brazos y apoyar mi cabeza en tu hombro, siempre adore que fueras más alta, tu piel blanca, tus ojos cafés tan adorables.

No puedo escuchar esa canción sin recordarte, es por eso que decidí borrarla de mi teléfono. No puedo ver esa película sin recordar cómo se sentia tu mano en la mía, en esa sala de cine a oscuras. No puedo leer ese libro sin sentir que nuestra relación es como la de Hannah y Natalie.

Una vez me dijiste "tú eres tan Natalie" y en algún lugar dentro de mí, me dolió. Porque sabía a que te refería. Y ahora siento que no puedo tocar más ese libro.

Me pediste perdón, porque ya no sabes como hablar conmigo. Y todo duele, porque antes no podiamos dejar de hablar, antes no podía no sostener tu mano (aunque tuvieras que poner tu suéter sobre nuestros regazos para ocultarlas), no podía no estar cerca de ti y no abrazarte, no rozar tu hombro con el mío.

Creo que finalmente está llegando el fin.
Creo que ya acabó.
Y no puedo dejar de llorar.

sábado, 22 de abril de 2017

At least I can say that I've tried to tell you I'm sorry for breaking your heart.

Perdón por no poder corresponderte, perdón si tomarte de la mano significaba más para ti que para mí. Perdón si ese juego inocente (que sabía que debía parar) se convirtió en realidad. Perdón por dejarte besarme aquella noche, perdón por haber bebido tanto. Perdón por saltar de corazón en corazón, perdón por decir esas palabras que significaban mucho más para ti. Perdón.
Perdón por darte ilusiones, porque no sabía que te las estaba dando (y tengo miedo, de que en el fondo, si lo sabía y no hice nada para detenerlo, perdón, perdón, perdón).

Perdón por los celos y los juegos, perdón jugar con tu corazón inconscientemente, perdón por romperte el corazón esa noche cuando me llamaste ebria y me pediste que te amara. Lo hago, lo siento, sí lo hago pero no puedo ser contigo, no puedo lastimar más a esas personas que he lastimado y que tú también lo has hecho.

Y perdón por seguir haciéndote daño, por seguir haciéndolo sin darme cuenta. Porque tu mejor amiga lo sabe, es obvio y hace comentarios respecto a todo este asunto (no son malos, pero aun así) y me siento mal, porque quisiera que todo fuera diferente.

Lo siento.

domingo, 16 de abril de 2017

Carreteras. I

Estamos de camino a casa, vamos por esas carreteras sobre las que crecía cada verano o vacaciones de pascua. El regreso es lento y el licor me hace sentir cálido por dentro. Veo las montañas, los carros borrosos pasan a nuestro lado, el cielo comienza a teñirse de rosa y morado. Mis músculos están cansados, agradezco al día largo, porque sé que llegaré a casa a bañarme y a caer dormida, sin oportunidad de que los malos pensamientos me acompañen.
Tomó la botella y le doy otro trago, lo saboreo, trago y paso mi lengua por mis labios.
Hay algo un poco diferente, como que el miedo al verano no está tan presente. Que sí, que el regreso a casa por esas carreteras siempre me hace sentir nostálgica, infinita pero al mismo tiempo me hace sentir que el tiempo es limitado.
La tarde se pasó entre pláticas sobre profecías, reencarnaciones, recuerdos y el mar.
El mar que te mecía con las olas, el mar que estaba tan helado (aún en esta época del año), el mar que se extendía tan infinito y desee que la vida fuera así (irónico, ya que a veces deseo que mi vida dure lo que dura un parpadeo).
Levantó un brazo y lo saco por la ventana, siento el aire chocar contra mi piel. Siento las mejillas calientes por tomar y la lengua pesada.
Recuesto mi cabeza contra el asiento, escucho las carcajadas de los que me acompañan, haciéndome sentir infinito y deseo que la carretera nunca acabe.