lunes, 20 de noviembre de 2017

El principio del otoño.

Nos pasamos la vida persiguiendo aquellos sentimientos que nos hicieron felices, que nos hicieron sentirnos infinitos por un momento. Leí por ahí que siempre es algo siniestro volver a los lugares que fueron testigos de instantes de perfección.
Yo vivo yendo tras ellos. Vivo por esos viajes en carretera, por esos atardeceres que veo desde la ventana del auto. Vivo por enterrar mis pies en la arena o en los pequeños arroyos. Por el Sol calentando mi piel.
Vivo por ver a mi padre y mi hermana jugar cual niños o bañándose en el agua. Por esas canciones de Bon Jovi sonando en la radio de regreso a casa. Por esas fotografías donde nos vemos más felices de lo que en realidad somos.
Vivo por todas esas pequeñas cosas por las que realmente vale la pena vivir.

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