martes, 4 de julio de 2017

18:50

A veces hay días malos, que pueden empezar como buenos.
A veces hay días en los que solo hay colapsos.
Días en los que quiero quedarme en cama y dejar que mi cabeza me grite.
En los que mirarme al espejo da miedo, en los que solo pienso nada mejora aunque esté poniendo esfuerzo.
En los que me levanto de la cama aunque todo lo demás diga no.
Que me toma mucho valor el solo salir a la calle o bajarme del auto. Hablar.

Días en los que mi mente me bombardea de la nada.
Y los muros vuelven a subir.
Y me odio. Nadie está dentro de mi cabeza para saber por qué actuó de esa manera, pero tampoco lo justifica.


Sé que hay pequeñas victorias.
Que hay pequeñas mejoras aunque mi mente no quiera aceptarlas porque está demasiado ocupada bombardeándome.
Es una lucha constante.
Pero sigo luchando, y creo que eso es lo que cuenta.

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