miércoles, 15 de enero de 2014

Segundas oportunidades.

Siempre he dado segundas oportunidades, siempre, porque creo que si yo algún día me equivocara en alguna ocasión también querría una segunda oportunidad. Será un defecto mío darlas a todos.

He llorado mucho por comentarios, por hechos y siempre perdono a la persona causante, y a veces lo odio, pero a mi no me gusta guardar rencores, porque sé que eso no te lleva a ningún lugar, soy una persona "alegre" de naturaleza y no puedo estar enojada por mucho tiempo, no me gusta fruncir el ceño ni dejar de hablarle a una persona, no me gusta hacer lo que no me gustaría que me hicieran a mí, porque me han hecho muchas cosas dolorosas, que dejan marcas, no en el cuerpo, sino en la mente, que en los momentos se repiten una y otra y otra vez en mi cabeza, formando el "tornado" en mi mente, hace días que el "tornado" está en paz y quiero que lo siga estando por un buen tiempo.

He contado cosas a personas equivocadas, pero yo no tomé venganza de que ellos les hayan contado a otras personas, no lo hice, porque hay un refrán que dice "nadie se va de esta vida sin pagar lo que debe" creo que todos reciben en esta vida lo que merecen, todo se paga en esta vida, todo.

De niña era muy ingenua, demasiado, tanto que me duele recordar esas cosas, cosas que estarán siempre en mí, siempre en ese jodido tornado, pero crecí demasiado rápido, pasaron cosas que me obligaron a "madurar" rápido, pero no puedo decir que no disfruté mi infancia, porque lo hice. Dejando de lado todas esas cosas feas, tuve una buena infancia; si, el matrimonio de mis padres, como cualquier otro matrimonio tuvo varios problemas y hubo varias echadas de casa por parte de mi madre pero ahora estamos bien, tengo una buena familia. Los amo.

Doy muchas segundas oportunidades, y trato de olvidar eso que pasó y la mayoría del tiempo funciona, pero si hay una tercera ya no puedo ignorarla, y la primera causa de la segunda oportunidad revolotea constantemente en mi cabeza y se suma a la causa de la tercera y ya no vuelve a ser lo mismo, y entonces la distancia se mantiene entre esa persona y yo.

A mí me duelen mucho las personas, me duele perderlas, por eso tengo pocas personas cercanas, que sé que si un día se van me dolerán un infierno. Pero mientras tanto, las disfrutaré.

Creo en el Karma, como lo dije en uno de los párrafos de arriba, creo que todo lo que hagas se regresa, y yo trato de hacer bien, para recibirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario