"Peter Pan no volaba si pensaba en las cosas malas, a pesar de que tenía montones en las que pensar."
Yo soy una persona alegre, mi forma de ser es así, puedo estar en llanto y aún así reír o sonreír por cualquier tontería, me gusta reír, me gusta saber que aunque el cielo esté repleto de nubes grises, se irán y el Sol se alzará de nuevo sobre todos nosotros.
Y me siento mal cuando río y hay una persona llorando junto a mí, una persona que trato de consolar, pero no puedo evitarlo, será por nervios o porque sé que lo malo no dura para siempre ni lo bueno lo hace.
Lloro cuando tengo que hacerlo, no quiero que llorar se vuelva a hacer costumbre. Me da miedo que lo vuelva a ser.
Río porque me gusta disfrutar, me gusta pensar que algún día le contaré historias a mis hijos o a mis nietos sobre las idioteces que hacía y ellos reirán, porque son recuerdos alegres, porque disfrute mi vida, y quiero que ellos también lo hagan.
Me gustan las personas que ríen mucho. Personas que sonríen a pesar de estar atravesando una mala situación pero que sonríen de verdad porque saben que esa situación no durará para siempre, nada lo hace, que todo mejorará. Las que olvidan sus problemas en casa y se dedican a disfrutar el día.
Supongo que yo soy una de esas personas.
Cuando mis padres discuten, yo no me devoro la cabeza pensando en el por qué de la discusión y si van a separarse o que va a suceder, no lo hago, no son mis problemas, soy sólo una adolescente hormonal que vive en su propio mundo y que le gusta reír, esos problemas son asuntos de adultos, yo no tengo que preocuparme todavía de eso, cuando llegué el momento de hacerlo, lo haré, pero por el momento disfrutaré de solo preocuparme por mis estudios y por cosas que más adelante me parecerán insignificantes.
A pesar de las lágrimas, puedo reír y sonreír, aunque me salga una risa temblorosa, lo hago.
¿Parezco una persona muy despreocupada? A veces pienso que lo soy. Pero yo no lo era en el pasado, me preocupaba por todo, en especial en la escuela, hasta que conocí Irma; ella era la chica nueva y con la que nadie quería juntarse, así que yo lo hice, mi madre siempre decía que nadie debería de ser apartado y que todos éramos iguales, me junte con ella y aprendí que no debería de preocuparme por todo, que los problemas de adultos eran sólo de ellos, y entonces, todo se volvió más sencillo, de eso han pasado casi 5 años, he dejado de frecuentar a Irma, supongo que eso pasa cuando subes de grado y aunque vayan a la misma escuela, los grupos se separan y todos toman diferentes rumbos. Jodida chica, eh que lo digo de cariño.
Si dejáramos de preocuparnos por todo y de creer que lo malo es para siempre, todo sería más sencillo, si riéramos más todo sería un poco más feliz, porque no creo que cuando tus hijos o nietos te pidan que les cuentes historias sobre tu juventud lo único que recuerdes es llorar todo el tiempo, no creo que quieras eso.
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