That he used to say
Darling, hold me in your arms the way you did last night
And we'll lie in sight for a little while, he wrote
I could look into your eyes until the sun comes up
Put your open lips on mine and slowly let them shut
For they're designed to be together, oh
With your body next to mine our hearts will beat as one
And we're set alight, we're afire in love
¿Y qué decir de ellos dos? ¿Qué decir de esa mujer? ¿Qué decir de ese hombre?
Las personas más fuertes y cariñosas que he conocido, que los amo con todo el corazón y que son como mis padres, que salieron adelante cuando todo parecía que nada iba a estar bien, que hacen reír a todo el mundo con las historias sobre su niñez o sobre mis padres y mis tíos, incluso de mi y de mis primos.
Que odio ver lágrimas en sus ojos, que quisiera que borrarles todo el sufrimiento, toda la soledad, que sus hermanos estuvieran aquí para ver a toda la familia y a todos los niños corriendo por el patio, que sus padres volvieran y les dijeran que el orgullo por ustedes no les cabe en el pecho.
Y nunca me voy a olvidar de esas tardes en la casa, con mis primos, con la ropa empapada y a ustedes dos riéndose de nosotros.
Cuando me obligaban a acompañarlos a la iglesia y siempre me dormía y de regreso me compraban un helado, cuando jugaba en el patio trasero en el columpio. Cuando mi primo y yo nos cruzábamos la barda del vecino y recogíamos mangos y ahí estaba mi abuela apresurándonos entre risas.
Cuando acompañaba a mi abuelo en el taller y lo veía trabajar y él me contaba sobre su padre y todo lo que él hacia cuando era más joven.
Pero siempre voy a odiar el recuerdo que tengo de ese día, de como ella lloraba de rodillas frente al ataúd, con mi abuelo a un lado.
¿Qué más decir? Que los amo con toda el alma, el corazón, con toda la existencia. Que no me alcanzan las palabras para describir cuanto los amo, cuanto significan para mí.
Que no sé como voy a sobrevivir sin su presencia.
Y abuela, no sé como has soportado a ese hombre por 46 años, con su comportamiento de niño pequeño, con sus chistes, con su terquedad, con su simpleza, con su poco romanticismo.
Y abuelo, no sé como has soportado a esa mujer, que es algo "olvidadiza", con sus cambios de humor tan drásticos, con lo terca que es, con sus gritos.
Por que la/lo amo, contestaron.
Y la sonrisa que ellos me provocan no me la quita nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario