miércoles, 23 de julio de 2014

El verano siempre ha sido olvido.

Que me estoy volviendo a abandonar en el rincón, me he escapado de casa para no verme más, para no mirarme con lástima, para no quedarme junto a mí.

Las tardes se reducen a arroparme en mi cama y observarme y preguntarme porque el teléfono nunca suena o porque ya no hay sonrisas. 

Veo las marcas de rabia en la puerta, en forma de agujeros y veo las fotos en el suelo, los marcos hechos pedazos y los vidrios esparcidos por todos lados. Y no, no es mi culpa, pero pago las consecuencias.

El verano para mi siempre ha significado el olvido.

Siempre ha sido así, no soy a la que llaman primero, no soy la que tiene muchos amigos (ni pocos), no soy la chica tumblr, ni la que tiene recuerdos en fotografías, no soy a la que le dicen secretos ni a la que invitan a salir. No soy ninguna de esas. Y duele un poquito.

Soy la más fácil de olvidar.

Los amigos se van, los cigarros se acaban, los libros se empolvan y las canciones callan, los atardeceres se pierden y trato de huir de los amaneceres, escribir se vuelve vacío y las palabras salen incoherentes.

Sólo quiero abandonarme, resulta más fácil que sentir el olvido.





lunes, 21 de julio de 2014

Ellas quedan aquí y nadie se las lleva.

¿Qué hacer con todas esas palabras que les regalaste a gente equivocada?¿Cómo curar las oraciones magulladas? No queda más que dejarlas morir. A veces me arrepiento de darles cartas con sentimientos dentro a ciertas personas. Al escribirles algo, les das una parte de ti, ¿cómo recuperarla?
Tiran las promesas que te hicieron por la ventana y te olvidan. Y tú te quedas estancada, herida, abandonada.

Llegas a la conclusión de que las palabras no significaron nada, que sólo fue el momento, que en realidad ni siquiera les importas y te sientes como una tonta. En verdad. Te sientes algo usada. Sientes como si sólo te necesitaran para regalarles palabras como si fueran chicles.
¿Y las canciones? Otra puñalada. Otro error. Y aprendes a dejar de dedicar canciones, es lo mejor.

Aprendes a no dejarte llevar por conversaciones de madrugada, por sentimientos falsos. Aunque sea bonito tener alguien con quien hablar, aunque dejes de sentirte un poco sola. Siempre terminas diciendo cosas que por la mañana se olvidan.

Y ahí va, otra persona fugaz. Otras palabras abandonadas después de haber sido usadas.

Tal vez, sea yo y no las palabras. Tal vez, no debería volver a regalarlas, no volver a escribirle a alguien directamente y sólo escribirlo aquí. Donde nadie se entera y las palabras quedan aquí y nadie se las lleva.



Perdón por no ser como quieren.

¿Qué quieren que diga? ¿Quieren que pida perdón? ¿Quieren que cambie mi forma de ser? Está bien.
Perdón por no tener ese carisma que tiene Sofía.
Perdón por no tener la creatividad que todos ellos tienen.
Perdón por no cantar todo el día.
Perdón por no hablar sobre sentimientos.
Perdón por no ser "sensible".
Perdón por no socializar con mis demás familiares.
Perdón por no peinarme el cabello con trenzas como todas sus hijas.
Perdón por no ser tierna.
Perdón por no usar vestidos y ser delgada.
Perdón por tener una risa tan escandalosa.
Perdón por no tener promedio de 9.9 
Perdón por no sacar diplomas o reconocimientos.
Perdón por no saber canciones infantiles.
Perdón por no saber como jugar con niños pequeños.
Perdón por no compartir todos esos viajes.
Perdón por no saber quien es mi tío o quien es mi tía o mi prima o primo.
Perdón por no visitarlos tanto.
Perdón por ser tan callada y tímida.
Perdón por escuchar un género de música tan diferente.
Perdón por ser yo.
Perdón por no poder cambiar, porque si pudiera, lo haría sin pensarlo.
En serio, perdón.

Perdón, por no ser como quieren.
Perdón por no ser como Sofía o como todos ustedes.
Y hago como que no me importa cuando en realidad sólo quiero encerrarme a llorar.
Perdón, perdón, perdón.

sábado, 19 de julio de 2014

Veranos deprimentes...y el mío.

No hay letras, no hay escenarios, no hay canciones ni personas sobre las que escribir, no hay nada.
Mi verano es deprimente y lo que le sigue.
No hay inspiración.
Las tardes se van entre extrañar cosas que nunca he vivido pero que imagino, entre un sentimiento de abandono y anhelo y las noches entre series y libros.
No hay amigos, no hay viajes ni nuevas personas.
No hay enamoramiento, no hay conversaciones en madrugada.
No hay sonrisas y carcajadas.
No hay fotografías ni felicidad.
No hay nada.
Y si, tal vez he visto demasiadas películas, pero vamos, ¿quien no quiere un verano inolvidable? Un verano divertido.
Lástima que yo no sea una de esas personas a las que les pasan eso.
No quiero que el verano acabe, pero no quiero seguir sintiéndome así de sola.

domingo, 13 de julio de 2014

Gracias, mi niño grande.

Hey, ángel, ¿cómo está todo por allá arriba?
Te extraño, ¿sabes? todos lo hacemos.
No soporto que la gente te juzgue, ellos no saben, no comprenden, no sienten.
Y quisiera ver tu sonrisita una vez más, quisiera escuchar tu voz o verte.
Pero yo siempre pensé que te volvería a ver.
Todo va a acabarse, nada volvió a ser igual y supongo que eso está bien, que tenemos que avanzar...dejarte ir.
Y aún me duele tu partida, aún me duele no verte de su mano o en algún capitulo, me duele no escuchar tu voz, no verte.
Nunca pensé que te irías tan pronto, que te teníamos para mucho rato y ese es el error de todos.
Creemos que nuestro cuerpo es eterno, cuando no lo es, pero el alma es infinita.
No sé que más decirte, porque siento que me quitaron una pedazo de mi y que están a punto de quitarme otra y ésta es más grande.
Siempre voy a extrañarte, porque eres mi niño, aunque tu estatura dijera lo contrario, porque por 4 años me hiciste sonreír, me hiciste feliz junto a todo ese grupo de chicos marginados.

No sabes a cuanta gente hiciste feliz, a cuanta gente hiciste reír y cuanta gente se sintió identificada contigo.
Que si, que tal vez no fuiste el "mejor ejemplo" por el tema de las drogas, pero ¿y qué? Que a mi no me jodan con eso, que les den, que ellos no entienden lo que hiciste por muchos y es envidia, porque ellos no van a ser ni la mitad de lo que tú fuiste.

Gracias por esas sonrisas, por las canciones.
Gracias por enseñarme a que ser yo es más que suficiente.
Gracias por todo, gigantón.


But I always thought that I'd see you again.

Just yesterday morning they let me know you were gone
Susanne the plans they made put an end to you
I walked out this morning and I wrote down this song
I just can't remember who to send it to


Sigue doliendo, ¿sabes? Duele ahí, en el pecho. Duele tanto que las palabras no alcanzan, un vacío que a veces te absorbe y destruye todo a su paso. Que hace un año nunca imagine que él se iría, nunca imaginé que no habría ningún adiós, que ya no habría más sonrisas.

Es difícil escuchar su voz en canciones, en vídeos, en capítulos. Es difícil decir que ya no está, porque sigo sin creerlo, porque ese 13 de Julio pensé que era otra broma de gente de mierda, porque todo el mundo se volvió un caos, porque yo me repetía que no podía ser cierto. Que él no podía haberse ido.

A veces olvido que él se fue, a veces espero algún tweet suyo o alguna foto con su sonrisita, espero escuchar su voz, pero nunca pasa. Siempre algo hace que me estrelle contra la realidad. Una realidad en la que él no está.

Y lo extraño, porque me marcó, porque él junto con todos esos chicos me hizo sentir menos sola, porque amaba verlo sonreír o escuchar su voz. Aunque fuera un poco ingenuo, aunque no supiera bailar, aunque no supiera que iba a ser de su vida después de la preparatoria. 

Yo no...No logró entender como pasó, aún no lo entiendo, porque es irreal, porque me sigue pareciendo irreal que ya no esté, sigo sin creerlo. 

Y no hablé con nadie sobre esto, nadie entendió, nadie trató de entender. Hablaba sobre ello y decían que fue su culpa, que él desperdicio su vida, ¿y ellos que van a saber sobre él? ¿Qué van a saber sobre los motivos de por qué usaba drogas? No saben sobre lo que hace la gente para matar sus demonios. No saben sobre como alguien al que le debes tanto se vaya de la nada. Sin una palabra. Sin un adiós. Y se llevan una parte de ti, te dejan incompleta y vas por la vida queriendo que te la devuelvan, que te regresen contigo.

Pasó un año y parece mentira, porque lo veo sonriendo en fotos, lo veo riendo en vídeos y...el vacío me absorbe. Y tratas de seguir adelante, haciendo como si fuera una persona cualquiera la que se fue para evitar que te digan que "nunca lo conociste", que "no seas una imbécil por sufrir por un actor que arruino su vida teniéndolo todo". Que se vayan a la mierda, que no saben nada, nada. 

No saben a cuanta gente hiciste sonreír, no saben cuanta gente se sintió identificada contigo, no saben todo lo que hiciste, no saben a cuanta gente ayudaste aunque fuera a través de un televisor, no saben. Porque sólo te recuerdan y juzgan por un error y no por todas las cosas que hiciste

Y aún sigues aquí, tal vez no físicamente, pero sigues aquí, en todas las personas que te amaron, que te aman. Las personas no mueren hasta que muere la última persona que las recuerda y las tuyas son miles, mi niño.
Estés donde estés, te quiero, gigantón.

Lo que se recuerda siempre vive, nunca muere.

viernes, 11 de julio de 2014

46 y contando.

Although my grandma used to say
That he used to say

Darling, hold me in your arms the way you did last night
And we'll lie in sight for a little while, he wrote
I could look into your eyes until the sun comes up
And we're wrapped in light, in life, in love
Put your open lips on mine and slowly let them shut
For they're designed to be together, oh
With your body next to mine our hearts will beat as one
And we're set alight, we're afire in love


¿Y qué decir de ellos dos? ¿Qué decir de esa mujer? ¿Qué decir de ese hombre?
Las personas más fuertes y cariñosas que he conocido, que los amo con todo el corazón y que son como mis padres, que salieron adelante cuando todo parecía que nada iba a estar bien, que hacen reír a todo el mundo con las historias sobre su niñez o sobre mis padres y mis tíos, incluso de mi y de mis primos.
Que odio ver lágrimas en sus ojos, que quisiera que borrarles todo el sufrimiento, toda la soledad, que sus hermanos estuvieran aquí para ver a toda la familia y a todos los niños corriendo por el patio, que sus padres volvieran y les dijeran que el orgullo por ustedes no les cabe en el pecho.
Y nunca me voy a olvidar de esas tardes en la casa, con mis primos, con la ropa empapada y a ustedes dos riéndose de nosotros. 

Cuando me obligaban a acompañarlos a la iglesia y siempre me dormía y de regreso me compraban un helado, cuando jugaba en el patio trasero en el columpio. Cuando mi primo y yo nos cruzábamos la barda del vecino y recogíamos mangos y ahí estaba mi abuela apresurándonos entre risas.
Cuando acompañaba a mi abuelo en el taller y lo veía trabajar y él me contaba sobre su padre y todo lo que él hacia cuando era más joven.

Pero siempre voy a odiar el recuerdo que tengo de ese día, de como ella lloraba de rodillas frente al ataúd, con mi abuelo a un lado. 

¿Qué más decir? Que los amo con toda el alma, el corazón, con toda la existencia. Que no me alcanzan las palabras para describir cuanto los amo, cuanto significan para mí. 
Que no sé como voy a sobrevivir sin su presencia.

Y abuela, no sé como has soportado a ese hombre por 46 años, con su comportamiento de niño pequeño, con sus chistes, con su terquedad, con su simpleza, con su poco romanticismo. 

Y abuelo, no sé como has soportado a esa mujer, que es algo "olvidadiza", con sus cambios de humor tan drásticos, con lo terca que es, con sus gritos.

Por que la/lo amo, contestaron.

Y la sonrisa que ellos me provocan no me la quita nadie.

viernes, 4 de julio de 2014

Somos nosotros. Solo nosotros.

Y vuelves a sentirte así de sola, con las palabras atoradas en tu garganta, vuelves a escuchar esas canciones y sólo quieres volver a esos instantes de perfección. Vuelves a querer a alguien a tu lado, todo vuelve a dolerte. Quieres el poder sentirte infinita de nuevo.
Y supongo que está bien sentirse así.
Al fin y al cabo, somos adolescentes.
Nos duelen canciones, fotografías, personas, lugares.
Queremos llegar a casa, recostarnos y pensar y pensar.
Queremos escuchar música y leer e imaginarnos escenarios y diálogos con esas personas.
Queremos salir de viaje, tomar fotografías con la esperanza de qué en unos años, las encuentres en alguna caja y les digas a tus hijos las historias sobre ellas.
Queremos encontrar un amor que nos haga sentirnos sobre el cielo, queremos dejar de preocuparnos por nuestro peso y tener el "perfecto" cuerpo que nos enseña la televisión y las revistas.
Queremos matar el dolor del día a día. Decirles a esos chicos que nos ponen trabas en el camino que se vayan a la mierda.
Tener ese grupo de amigos inseparables que te comprendan.

Queremos todo eso y más. Y está el grupo que tiene varias de esas cosas y luego está el otro que desea tener aunque sea una de esas cosas.
Somos adolescentes.
Sentimos mucho, pensamos mucho, deseamos mucho.

Nos enseñan desde pequeños que tenemos que tener el cuerpo perfecto, que si no eres bueno en algo no tendrás un futuro, que si te gusta leer o escuchar otro tipo de música eres la rara, que tal cosa es de niño y tal cosa es de niña, nos enseñan que el dinero es más importante que hacer aquello por lo cual te brillan los ojos y eso nos cabrea mucho.

No somos nuestro cuerpo, no somos nuestro talento, no somos nuestras preferencias ni el tipo de música que escuchamos, no somos nuestros amigos, mucho menos nuestros padres.
Somos nosotros. Sólo nosotros.

jueves, 3 de julio de 2014

Porque eres tú. Tan real. Tan...tú.

Y te recordé cuando me sentía más sola que nunca.
Te recordé a ti y a tus abrazos.
A ti y a tus besos.
A ti y esa forma de hacerme sentir como en casa.
Quizás fue ahí cuando comencé a entender que regresar a ti era tan inevitable como respirar.
Quizás fue ahí cuando me di cuenta que la marca que me dejaste era más profunda que ninguna otra.
Porque no hay nadie más que tú.
Porque nunca hubo nadie más que tú.
Siempre fuiste tú.
Porque eres todas las canciones que escucho por la noche.
Eres todas esas puestas de sol que veo cuando salgo a pasear.
Eres todas esas gotas de lluvia que caen por mi piel.
Eres todas esas páginas tocadas con ternura.
Eres todas esas palabras que no me atrevo a decir.
Eres todas esas pequeñas sonrisas que tengo cuando estoy recostada en mi cama.
Eres todas esas lágrimas contenidas.
Eres todos esos cafés por las tardes frente a ese gran árbol.
Todas esas ganas de vivir.
Porque me es inevitable no sonreír al acordarme de ti.
De tu manera de tirar tu cabeza hacia atrás, riéndote como una niña pequeña. De todas tus manías.
Porque eres todo lo que he buscado y nunca pensé encontrar.
Porque eres tú. Tan real. Tan...tú.
Y sólo necesito eso.

No puedo dejar que dure más.

Y algo ha cambiado y no sé que fue.
Nada es lo mismo.
Hay más silencios y al mismo tiempo más gritos.
Hay más tardes sola y más música a todo volumen.
¿Vuelvo a ser lo que era? Porque tengo miedo.
Tal vez, sea un efecto del verano.
Tal vez, algo se dañó.
Quizás ya estaba dañado y sólo era cuestión del tiempo para sentir la herida.
Quizás me adelante pensando que las cosas felices duran para siempre.
Que sólo en los escritos puedo lograr que eso dure.
Y los escritos me salen incoherentes, y quiero llorar y quiero no dormir y ver el Sol salir y sentirme un poco menos sola.
Tal vez he visto demasiadas películas.
Y las sonrisas falsas ya no me duelen, porque estos días los he dado más que otros días.
Porque no quiero volver a añorar tiempos más fáciles. Porque no puedo. Ya no.
Vuelve el sentimiento de sentirse incomprendida. Vuelve el sentimiento del nudo en la garganta, con todas las palabras en él.
Porque perdí el sentimiento de sentirme infinita.
Perdón, perdón, perdón.
No quiero que esto dure más.
No puedo dejar que dure más.




miércoles, 2 de julio de 2014

Cuando llueve.

Y el cielo llora. Y grita.
Los niños juegan, saltando en los charcos.
Los ves por la ventana, en el fondo se escuchan las voces de Birdy y Ed.
El café ya se enfrió en buró, y el viento hace bailar las páginas del libro en la cama.
Y quisieras no amar el sentimiento de soledad que te da la lluvia.
Los cigarros se acabaron, los amigos no llaman, esa persona parece feliz cuando no sabe de ti...
Y cierras los ojos y suspiras.
Pero sigues ahí, sobrevives. Siempre lo haces.
Y las risas de los niños te hacen abrir los ojos.
Y ríes.
Sólo es un día de lluvia, donde todo te duele más y todo es más solitario.
Sólo sales al jardín para sentir las gotas de lluvia y cantas en voz baja.
Con la soledad mirándote bailar bajo la lluvia desde el porche.

And when it rains
You always find an escape
Just running away
From all of the ones who love you
From everything.
02/07/14, 14:59

martes, 1 de julio de 2014

Un par de ojos brillantes, una boca roja y la lluvia.

Corren hasta llegar a un lugar donde quedarse mientras se calma la lluvia.
Y están riendo.
Y sus manos están entrelazadas.
Y le miras.
Porque su risa calma cualquier tormenta que se desata.
Porque amas verle los hoyuelos y las pequeñas arruguitas alrededor de sus ojos.
Parece feliz. Y esperas que lo sea.
Y se sientan en el suelo y apoyan sus hombros.
Le miras el humo saliendo de la boca y lo único que quieres es morderle la boca hasta dejarla más roja de lo que está.
Quieres hundir la cara en su cuello y tener sus brazos alrededor.
Quieres ser el lugar al que va cuando quiere esconderse del mundo.
Y te mira.
Y te besa la mejilla.
Y deja los labios ahí más tiempo de lo esperado y te toma de la mejillas.
Y te besa.
Se separa de ti y ríe.
Los ojos le brillan y tiene la boca roja.
Hecha a correr mientras ríe a carcajadas y se vuelve y te llama.
Le miras, está en medio de la tormenta con los brazos abiertos, llamándote.
Y sabes que si vas hacia sus brazos, vas a sentir las gotas frías de la lluvia, tendrás las ropa pegada al cuerpo y la gente pensarán que están locos.
Y de repente te encuentras a centímetros de su cuerpo.
Y te sostiene entre sus brazos.
Y no te importa estar en medio de la lluvia, empapada y con el cabello hecho un desastre.
Lo único que importa es el sonido de su risa y el sabor de sus labios. 
01/07/2014, 13:24