jueves, 27 de diciembre de 2018

the older I get.


Y es que creo que estamos gastados, que me encanta revivir la calidez de tus recuerdos cada que el frío me llega a los huesos.

Pero la magia y la calidez me duran lo que dura una copa de vino en mi mano y el calor que me esparce por el cuerpo: minutos, horas, una noche.

Pero es que ya no sé que hacer con el corazón de otra persona en mis manos, hemos estirado tanto esta historia que ya no hay público que la vea o la lea.

Quiero comenzar de nuevo, quiero una pizarra en blanco dónde el pasado no nos tire del cabello constantemente, recordándonos que está ahí, doliente y sangrando, pero ya no contigo. Tal vez no ahora, tal vez no mañana, ni la próxima semana, el próximo mes o el próximo año.
Tal vez, ya no, simplemente.

Han sido muchos años de drama, de heridas innecesarias por mi miedo a la soledad y a este agujero en mi pecho, han sido relaciones que no florecieron y que no he podido dejar atrás.

No he sanado de todas las cosas que han sucedido, no he aprendido a dejar ir ni ha convivir con el dolor y superarlo, no sé cómo seguir cuando las personas se van y no sé cómo decir "no" cuando quieren regresar.

También he notado que es más fácil estar por mi cuenta (o he notado que es más fácil estar así que volver a darle una oportunidad al pasado), que disfruto de mi tiempo a solas y que debo aprender a estarlo.

Tengo que aprender a decir adiós.





Otra Navidad.

Este año también hizo falta ir a buscar la pijama perfecta para regalarte en Navidad.

Te extraño. 

viernes, 7 de diciembre de 2018

No es el punto de quiebre, pero se siente como si lo fuera.

Y quisiera poder seguir siendo cobarde,
poder huir a la jodida carretera
y fingir que mis problemas no están en casa esperándome con una luz encendida.

Quisiera poder hablarlo con mi madre,
quisiera poder seguir refugiándome en libros
y bloquear el mundo exterior.

Quisiera poder madurar,
quisiera ya no estar,
quisiera que las cosas más simples no me dolieran al respirar.

Pero no sé hacerlo,
puta madre
no sé como dejar ir
no sé como hacer que todo eso deje de doler
no sé como desenredar el garabato que es mi mente
no sé como encontrar una señal clara en la estática que es mi mente.

No sé como dejar de tener miedo.

No sé como dejar de reprimirme tanto,
no sé como enfrentarlo,
no sé como dejar de llorar.

En ocasiones pienso que he leído demasiados libros,
que estoy haciendo una tormenta en un vaso de agua
que en realidad, todo dentro de mi cabeza no es tan importante,
que deje de ser una llorona.

A veces, no sé como ponerle fin a ese garabato
no sé como no asfixiarme
no sé como querer sin miedo
no sé ser vulnerable y sentirme valiente por dejarme serlo
no sé como decir "ya no, no puedes volver"
no sé como decir "eres mi madre, pero es mi vida".

No sé como decir "me hiciste mucho daño, te perdono, pero ya no puedo"
no sé amarme
¿qué se siente comer sin sentir culpa y asco por tu cuerpo?
¿qué se siente abrazar a tu hermano/a sin sentir como si fueras a romper en llanto?
¿qué es no sentir un nudo en la garganta al querer decir "te amo" a tu propia sangre?

Dejar de usar la risa como un puto mecanismo de defensa
¿cómo abrazar el dolor para juntos crecer y superar todo?
¿cómo dejarme amar?
¿cómo amar a alguien sin sentir un jodido miedo al dejarte sentir?

¿Cómo dejo de sentir que quiero hombros anchos, voz ronca, pecho plano?
¿cómo dejo de ver las fotos de esos chicos y de querer lucir como ellos?
¿cómo dejar de despertar algún día queriendo ser vista como mujer y al otro como un chico?
¿cómo dejo todo esto?

Siempre digo que buscaré a alguien, digo que nada de esto es tan serio, pero no sé como seguir. Necesito armarme de valor, necesito avanzar y soltar.
Me armaré de valor, lo necesito, no pasará de esta semana.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Otro otoño más.

2 am.
Las 2 am, como todos los años.
Encendí las luces de navidad y Break Your Heart de The Gaslight Anthem rebotaba de pared a pared.
No podía mover las manos por culpa del viento helado que entraba por la ventana y mecía las cortinas junto a las luces.
No tenía ganas de llorar, simplemente sentía resignación.

Una parte de mí dejó que mis padres me llenaran de esperanza y emoción de que tal vez este año sería diferente, que tal vez todos ellos vendrían.
Otra parte de mí, lloró toda la noche dos días antes porque sabía que sería igual que años anteriores y era sobre todo porque mis padres creían que sería distinto, porque volvería a ver como compraban y gastaban para que yo pudiera divertirme con mis amigos para que al final no viniera nadie. Y pasó.

Lo único que me lleno el corazón ese día fueron 3 chicas que conocí en la universidad y que me compraron un pastel, 3 chicas que conozco desde hace 4 meses y que me llenaron la mañana de risas, ¿qué da a entender eso?

Durante el transcurso de la mañana la lista se redujo a cero.
Llegué a casa, les dije a mis padres y mi madre solo dijo "Que se jodan", me reí y seguí mi camino hacia el baño.
Esperé a que se fueran a atender unos mandados para soltar el primer sollozo. Me decía que no importaba, que realmente no me dolía, que no me sentía tan decepcionada, tan herida y tan estúpida.

Y no es que ellos fueran malas personas, simplemente no entendía porque no me podían dar un día, un solo día donde no me hicieran sentir un poco desplazada, como si nunca terminara de encajar.
No entendía porque yo siempre trataba de estar ahí, de asistir a sus eventos, a sus cumpleaños, a sus salidas repentinas y ellos no podían estar un puto día para mí.

Y decía "no importa, no importa, no me duele".
Y se me venía a la mente una frase que había leído por ahí alguna vez "¿Qué haces fingiendo que no te dolió cuando sí te hirieron?".
Tuve que calmarme antes de que llegaran mis padres porque no quería que me vieran así de nuevo, estaba harta de preocuparlos así.

Llegó la noche y la persona que menos esperaba apareció, Agridulce. Habíamos cambiado, y hablar con ella no ponía el ambiente pesado y reíamos.

Cuando llegó el momento de ir a casa, no sentía nada respecto a mis amigos.
Ya no importa, ya no importa, de verdad.
Estoy en la universidad, comenzaré un nuevo cuatrimestre en enero y conoceré nuevas personas.
Entraré a mi último curso de inglés en otra universidad y también conoceré a más personas.
Trato de convencerme de que estaré bien, el próximo año solamente saldré a cenar y eso será todo.
No más decepciones y llanto en los baños en este día.

Tocaré algo de guitarra, encenderé las luces de navidad, se me congelaran las manos y los pies.
Cantaré con Adele, Coldplay y Fun y estaré bien.
Trataré de ser eterno.

If I played you my favorite song, lying here in the dark
Oh, my, my, it would break your heart. 
Until it breaks your heart. 


Imagen de cake, birthday, and candle

viernes, 23 de noviembre de 2018

Todas las canciones siguen siendo (dolorosamente) sobre ti. III

Al parecer, 
no estás destinada a quedarte.

No es lo tuyo. 

Y al parecer, 
lo mío es seguir cayendo por ti, 
cada que vuelves a dar una vuelta por estos lares. 

domingo, 18 de noviembre de 2018

Cosas que pasarán si tomo esa mala decisión de nuevo.

Estaba enojada.
Enojada contigo.
Con tus sentimientos indecisos.
Con tus idas.
Con tus regresos.
Pero sobre todo, estaba enojada conmigo misma.
Por permitirte que volvieras a mi vida, una y otra y otra vez.

No me busques más, dije, nunca, esta vez es para siempre
te quedaste parada ahí, repitiendo mi nombre
por favor, decías, lo siento, perdón, por favor
mis manos temblaban mientras trataba de meter la llave en la cerradura
vete, jódete contesté, por fin abrí la puerta y la cerré rápidamente, tratando de tragarme las lágrimas
atravesé el patio
Tomoe, Aitana y Sandy saltaban a mis pies clamando atención
ahora no, les murmuré con el nudo en la garganta
abrí la puerta de mi casa y mi padre estaba sentado en el sillón frente a mí
cerré la puerta y traté de tranquilizarme pero un sollozó me traicionó
mi padre se levantó y me abrazó, sabía que había escuchado todo, aunque al mismo tiempo no sabía nada
enterré mi cara en su pecho, era extraño abrazarlo, pero él no me invadía ni presionaba con preguntas como lo haría mi madre
él me dejó sollozar en la puerta de la casa, me meció en sus brazos como siempre lo hace las contadas veces que me ha visto llorar
¿te lastimaron, mi niña? murmuró y solo apreté mis puños en su espalda, tratando de retener los sollozos
está bien, todo va a estar bien 
me dio un beso en la cabeza y siguió abrazándome.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Algo de Sutter.



Podríamos volver a ser como éramos hace casi un año.

Podríamos estar en mi habitación, acurrucarnos en las cobijas mientras la lluvia cae fuera de mi ventana, te haría chocolate caliente, abrirías la ventana porque te pones ansiosa y querrás fumar un poco, me quejaría porque el suelo se moja por las gotas de lluvia que arrastra el viento, pero me sentaría junto a ti y compartirías tu cigarro conmigo.

Iríamos a la playa aquí cerca por la tarde después de la tormenta, nos sentaríamos en el mirador, la playa estaría sola y podría dejar caer mis barreras.

Haríamos un viaje de fin de semana a ese pueblo mágico que amo, recorreríamos sus cuadras llenas de historias y fantasmas, correríamos por sus calles empedradas después de tomar tequila en la habitación y cantaríamos las canciones que salen a dar vueltas con nosotros desde los bares y las casas.

Te quejarías de que siempre como atún y yo te devolvería la queja diciendo que nunca comes otra cosa más que maruchan.

Pelearíamos porque amas hacer dramas y berrinches, te dejaría de hablar por horas porque sabes cuanto odio que me recuerdes y saques cosas sobre Vino y bombones  Labios rosas y luces amarillas sabiendo cuanto me lastimaron y cuanto me toma seguir luchando con las secuelas, me contestarías con sarcasmo cuando mis pensamientos me clavan las garras y digo cosas para que por fin dejes de amarme y me dejes, me dirías "lástima, estás atrapada conmigo" y seguirías revolviendo lo que sea que estuvieras cocinando en esa olla.

Me dejarías flores cada cumpleaños, te daría chocolates y cartas cada aniversario porque no sé expresarme de otra manera más que con palabras escondidas en trozos de papel.

Te tomaría de la mano en cada cambio de clase en la universidad, te llevaría un té o un café porque sé que tu garganta te ha estado molestando desde hace días, me robarías los suéteres y yo me enojaría porque soy egoísta con ellos y no soporto que alguien más los use.

No me daría pavor hablar con mi madre sobre nuestra relación, porque pensaría en ti y estaría segura de nosotras.

Nos juntaríamos en su casa entrada un poco la noche, como es de costumbre, discutiríamos por lo menos una hora y media sobre que cenar, diríamos nachos y caminaríamos las 4 cuadras hasta llegar al establecimiento, de regreso yo caminaría delante de ustedes mientras les escucho pelear y golpearse y me reiría hasta que el estómago me doliera por lo ridículas que son.

Me recogerías el sábado después de mi clase y si corriéramos con suerte, el día seguiría despejado y soleado con una ligera brisa, tal vez tu padre te prestaría el auto, iríamos al mercado orgánico que se extiende por dos cuadras detrás de esa librería y lo recorreríamos, nos tomaríamos de la mano y sentiría que no hay mejor sentimiento en el mundo que reír sin un peso en el pecho pero...sé que tarde o temprano, todo acabaría, porque mis barreras subieron de nuevo.

Porque el sentimiento de esas tardes no dura para siempre, y desearía que la magia de esos días fuera suficiente pero el pensar en dejar entrar a alguien de nuevo me da pánico y todo lo que dice mi mente es no no no nunca más no porque la situación sigue siendo tan enredosa que estoy cansada de todo.

Esos días nunca pasaron, pero solo puedo pensar en que su magia ya se agotó.


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miércoles, 19 de septiembre de 2018

Espero sepas que eres amada.

Estábamos en el patio, era de noche y las estrellas brillaban, hacía frío porque llevaba días lloviendo, estabas frente a mí con tus rodillas dobladas hacia tu pecho y tenías un brazo sobre ellas, de tu mano derecha colgaba un cigarro.

Te conté como parecía que todo se estaba oscureciendo de nuevo, de como cada día me levantaba tratando de que mi cabeza no volviera a hundirme, como parece que el sentimiento de culpa crece más cada día al no poder volver a corresponderle los sentimientos a Anna.

Y tú me contabas lo que siempre he sabido, me contabas sobre todo lo que quisiera cambiar de tu familia, de todas las familias así.
Me contabas del orgullo, de los errores. Me contabas sobre el bote de pastillas, de cuantas de ellas tuviste en tu mano aquel día.

Te abracé antes de irte, cuando el sol comenzaba a saludarnos, me alegro de que sigas aquí te susurré y me abrazaste más fuerte.

Espero sepas que siempre tendré una vela encendida para ti si pierdes el camino a casa.






jueves, 6 de septiembre de 2018

El comentario. I

Pensé que estaba comenzando a hacerlo bien.
Me equivoqué. 
Lo siento.
Ahora no deja de dar vueltas en mi cabeza.

viernes, 27 de julio de 2018

Reírnos hasta que nos duelan las costillas, pero eso nunca será suficiente.

Siempre hemos querido escapar, perseguir las nubes y tratar de encontrarle final a las carreteras. Las ansias de irnos se calmaron cuando tuvo que irse y me quedé sin ella durante un tiempo, conocimos nuevas personas, con esfuerzo podíamos vernos una vez al mes o cada dos meses.
Fueron veranos muy solitarios.

Cuando volvió, habíamos cambiado demasiado, crecimos más allá de nuestra propia burbuja y éramos personas con nuevas distracciones, nuevos recuerdos y nuevas heridas. No nos tomó mucho para volver a descubrirnos, porque en el fondo, seguíamos siendo las mismas personas que cantaban Forever Young de Alphaville a todo pulmón y bailando al rededor de toda la habitación.

Somos la constante de la vida de la otra, sin importar nada, sin importar el tiempo.

No era sorpresa que las ansias de escapar volvieran en algún momento, solo que ya no coincidíamos. El deseo de irse se convirtió en algo un poco personal, cada quien por motivos y momentos diferentes, realmente no hablábamos de eso, supongo que porque ahora somos mayores y sabemos cuánto costaría irnos tan siquiera por unas horas.

Pero lo hablamos, hablamos de tomar el auto, empacar un par de cosas y tomar la carretera un fin de semana. Tratar de dejar en casa esas emociones y esos pensamientos que nos clavan las garras cuando bajamos la guardia. Recorrer los pueblos mágicos y poder volver a sentir que somos infinitos sin necesitar alcohol ni cigarrillos para calmar el ardor de las heridas que se reabren cada cierto tiempo.

Poder ver el cielo y contar estrellas, verlas hasta marearnos y sentirnos insignificantes.

"Podemos hacerlo en invierno" le dije.

Pero hoy tomamos las mochilas, tomé el ukulele, las llaves y lo poco que me quedaba de una botella, caminamos hasta la playa que queda cerca, nos arremangamos los jeans y nos sentamos entre las rocas, dejamos los vans junto a las mochilas y sumergimos los pies mientras veíamos el sol comenzar a esconderse. Porque los atardeceres en verano son unos de los placeres de la vida.

Fumó un par de cigarros, toqué un par de canciones, disfrutábamos de la brisa que resultaba extraña para ser un día de verano y sobre todo en nuestra ciudad. Después que la playa comenzó a vaciarse y las casas comenzaron a encender las luces, nos levantamos de las rocas y caminamos un poco hasta encontrar un lugar perfecto en la arena.

Sacamos la botella, tomamos un par de tragos, solo lo suficiente para adormecernos un poco los pensamientos. Fingir que no teníamos que regresar a casa por un tiempo, mientras escuchábamos las olas y veíamos el cielo teñirse de rojizo.

"Eres mi mejor amiga, ¿sabes?" dijo.

Y sonreí. "Lo sé, tú eres la mía".

Guardamos nuestras cosas, el cielo estaba oscuro, quedaban un par de personas con una guitarra y comenzamos a regresar a casa.


La foto es original, chicos. Fue un atardecer precioso. 26/07/18

domingo, 15 de julio de 2018

De preguntas sin respuesta (por ahora).



Son las 3 am y no sé que hacer
veo a todas esas personas amándose a sí mismas
veo todo el body positive y digo "estoy feliz, porque te amas"
pero entonces
¿por qué me resulta tan jodidamente difícil amarme?
¿por qué no puede entrar en mi cabeza un solo pensamiento optimista sobre mí?
¿por qué puedo ver toda la belleza en esas personas
menos en mí?

Me cansa
y me asusta
el pensar en que siempre estaré comparándome
odiándome
jodiéndome la mente
negándome la felicidad y la paz
porque siento que no la merezco
porque odio tanto mi cuerpo que no quiero salir de casa
porque no sé como soportan verme
porque tengo miedo de las miradas y para hacerlo aún más estúpido:
miedo de los pensamientos que no soy capaz de escuchar

Que a veces paso semanas comiendo una vez al día,
he llegado al punto en que cuando quiero comer "normal" el estómago me duele porque se acostumbro a no tener actividad
Que me mareo de solo levantarme, que el pensar en comer me hace sentir culpable y con naúseas
Me quedo en cama y trato de ignorar como me ruge el estómago, me asusta como me gusta el sentir vacío en el estómago. Me avergüenza. Y lo peor es que sé que no es la solución, lo peor es que sé que todo eso está mal, pero han sido tantos años en constante lucha que ya no sé como parar, conozco las consecuencias pero no sé como no volver a recaer.

No sé como amarme sin sentirme culpable
no sé como creer a las personas que no soy tan horrible como pienso
no me entra en la cabeza
y les digo "sé que la belleza física no lo es todo" pero no puedo verme de otra manera
me asusta, el pensar en que siempre tendré ese peso en el pecho

Toda esta constante lucha interna me tiene agotada,
hace que mis uñas sean inexistentes, hacen que me quede en cama, hacen que la ansiedad sea tan fuerte que no pueda hacer las cosas que normalmente haría
que colapse tres veces en una semana y no podía dejar de llorar

"Podemos acompañarte al psicólogo, nadie tiene que saber" pero:
¿de verdad lo necesito?
¿cómo sé que no solo quiero atención?
¿de verdad tengo un problema?
¿de verdad lo valgo?
¿y cómo comenzaría a explicarle el torbellino que tengo dentro desde los 13 años?
¿es válido tener un desorden alimenticio si físicamente no lo parece?
¿y si todo esto es algo sin importancia?
¿cómo puedo comer sin sentirme culpable?
¿cómo puedo amarme? ¿cómo puedo amar a otros?
¿por qué tengo que encajar en ese estándar?
¿mi madre sentirá que me falló si se entera?
¿y si todo esto es producto de la sociedad en la que vivo y simplemente fui débil?
¿alguna vez se termina? ¿cómo puedo dejar de pensar tanto?
¿cómo puedo evitar las rumiaciones?
¿me jodí ya los órganos?
¿de verdad lo necesito?
¿de verdad lo necesito?
¿de verdad lo necesito?

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viernes, 13 de julio de 2018

De cafés y nieve con un poco de paz mental.



Estábamos sentadas en un café, después de que nuestra tercera acompañante fuera ver al chico con el que llevaba meses viéndose. Eran las 12 del mediodía, fuera del café el sol caía sobre la piel de las personas fuertemente, mientras dentro del café la temperatura era fresca.

Ella estaba frente a mí, creía que sería incómodo estar solas después de todos esos meses en que me cerré a todos y desde esa noche en que nos pedimos perdón, en donde fue a mi casa ebria y nos despedimos entre últimos besos.

Pero no lo fue.
Era todo lo contrario.

El estómago me dolía por tanto reír, contamos las tonterías que hicimos cuando estábamos juntas y el porqué las hicimos, nos dimos cuenta de lo idiotas que éramos (y somos), platicamos todo lo que hicimos mal en nuestra relación entre risitas, nos ganaba la vergüenza de recordar, escuchar la versión de cada una y darnos cuenta de que no había rencores, de que nuestra relación iba más allá que cualquier cosa que nos hicimos.

Salimos del café, subimos la avenida Domínguez y doblamos por la calle 5 para comprar una nieve. Cruzamos la calle y escogimos una banca debajo de la sombra de un árbol en el parque frente a la catedral. El cielo comenzó a oscurecerse y las nubes a tronar, esperábamos la lluvia sentadas mientras comíamos nieve y hablábamos de todas esas historias que no supimos de la otra pero que también estaban ligadas a la nuestra.
Es increíble como la amistad de todos, va más allá de lo que todos llaman una simple amistad.
A pesar de todo el daño no intencional, a pesar de todo el desastre que solemos hacer (y que aún lo es), nos entendemos y nos aceptamos.

Yo le amo, siempre la amaré, incluso si nunca puedo hacerlo completamente de la manera en que ella en el fondo lo quiere. Es una de mis mejores amigas, a pesar de todos estos meses donde estábamos heridas. Incluso aunque algunos días me despierte y diga que los odio, aunque a veces las personalidades choquen como trenes, los amo. La familia es complicada.

No sabemos a donde nos llevará el futuro, pero espero que ella y todos ellos sigan en mi vida, no importa si ella tenga que irse por un tiempo (porque todos comienzan a irse en estos momentos), sé que nosotros estamos más allá de todo eso.

Cuando comenzó a anochecer, decidimos regresar a casa, después de hablar sin descansar todo el día. Por primera vez en semanas, caí en la cama con un poco de paz mental.


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domingo, 17 de junio de 2018

De 1,095 días.

Hoy se cumplen 3 años.
El sol salió, brilló y nos calentó la piel.
Fue coincidencia que también fuera el día del padre.
Sé que todos tenemos nuestras formas de lidiar con la pérdida, mientras le veía empinar la botella como si no tuviera que ir a tu misa y son las únicas veces que él y yo pisamos la iglesia.
Y no fue.
Y lo entiendo, tampoco lo culpo.
Nadie lo hizo.

Te extraño, el hueco en mi pecho no se vuelve más pequeño.
Extraño verte bailar en las fiestas, verte aplaudir y cantar.
Quisiera ir a tu casa y sentarme en ese sillón de nuevo, aunque ahora tu casa es solo ruinas de lo que alguna vez fue un hogar.
Quisiera ver a Choco recargar su cabeza en tu regazo.
Quisiera volver a tener 3-4 años y que me ayudes a preparar limonada.
Volver a tenerte en el asiento del copiloto, un fin de semana, mientras mi padre conduce por la carretera.
Volver a tomar café en ese pueblo fantasma, delante de esa iglesia, mientras el sol comienza a ocultarse tras las montañas.

Solo tenerte.

Te amamos.
En donde quiera que estés, sé que nada duele.
Sé que estás bien.
Te amo.
Te amo.

lunes, 11 de junio de 2018

pensé que lo entenderías.

El que me aleje de ellos
o que tratara
no significa que yo, dejaré de ser yo
no significa que el género de quien ame va a comenzar a importarme
no significa que cambiaré de la noche a la mañana
no significa que estos pensamientos se irán
no significa que es algo que se quitará como la gripe
y quisiera que lo entendieras
de verdad que sí,
mamá.

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domingo, 6 de mayo de 2018

Todas las canciones siguen siendo sobre ti. II

Sigues aquí desde ese día, no aquí aquí, pero algo cercano a eso,
¿no era que no podías quedarte?
volviste, pero seguimos estancadas
no podemos ser nada pero anhelamos ser todo
no podemos ser nada pero nos negamos a no ser parte de la vida de la otra.

"Tengo que ir acostumbrándome a la idea de verte dormir"
dijiste
y no pude evitar la sonrisa que se abrió paso en mi rostro.

Y no lo quiero, porque no avanzamos
pero a la vez, es todo lo que quiero.

Y eres tan preciosa, inteligente,
llama, cielo abierto, naturaleza, notas de piano, carreteras infinitas y cielos estrellados
miel, campos de flores, piel suave, el canto de las aves entre los árboles,
luces amarillas y labios rosas.

Y no puedo ver que es lo que ves en mí,
pudiendo tener todo
a cualquier otra persona.

Y...alguien dígame ¿cómo envuelvo mi mente alrededor de la idea de que es posible que me quieras? ¿Cómo dejo de pensar que tengo que mejorar para poder ser vista en público contigo?
¿Cómo dejo que estos pensamientos de odio y tristeza se vayan?
¿Cómo acepto que me quieres?
¿Cómo puedo dejar de tenerme tanto asco?

¿Cómo hago para sentir que soy suficiente?

Y ni siquiera vas a quedarte,
sé que te irás
sé que si te vas encontrarás a alguien más
porque no sé como es posible que alguien no te quiera
porque no sé como es posible que nadie quiera tenerte entre sus brazos al solo verte
de pasar sus dedos por tu cabello mientras te recuestas en su hombro,
de tomarte la mano y acariciar tus nudillos con su pulgar
o verte y no poder parar.

y me estoy ahogando
me estoy estancando
solo te quiero
te quiero
te quiero
lo siento.
Imagen de girls and friends

Carreteras. II

Me pican las manos por irme,
tomar las llaves,
un suéter,
el ukulele.
Dejar el teléfono sobre la mesa,
dejar los problemas encerrados en el baño llorando,
dejar las botellas escondidas en los cajones donde deben estar
y la cajetilla de cigarros completa escondida entre ese cuaderno y el álbum de fotos.

Tomar el auto y conducir,
conducir tan jodidamente lejos,
ir a los pueblos mágicos y sentir el frío que no hace en la ciudad.
Conducir y dejar que la piel se me vuelva un rojo atardecer.
Tomar esas carreteras, mientras el cielo se tiñe de dorado, rosa, naranja, morado.

Tomar un descanso a un lado de la carretera
y tratar de ver el punto donde el cielo y el mar se tocan.
Ver los delfines saltar en mar abierto,
las montañas cubiertas de verde, los pueblos fantasmas,
tomar café frente a esa iglesia,
justo donde ella solía tomarlo cuando recorría esas mismas carreteras.

Y sentir libertad,
sentir que nada puede alcanzarme o ahogarme,
sentir que la piel se me eriza
y fingir que esos sentimientos
no están esperándome en casa con una luz encendida.

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martes, 1 de mayo de 2018

Todas las canciones siguen siendo sobre ti.


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Volviste a mi vida
por un par de minutos
después de un año.

Y las mariposas
y las lágrimas seguían ahí.
Como el primer día
como el último día.

No puedo quedarme
dijiste y lo sé,
porque son demasiadas cosas a las que te arriesgas.

Y solo quiero que estés a salvo.
Incluso si eso nos desgarra.
Incluso si eso me rompe más por dentro.

¿Quién dice que tú no estás en ese futuro?
y deseo
y deseo
y deseo, de verdad que sí.

Tan fácil conversar contigo
como caer dormida
tan fácil imaginarte de nuevo entre mis brazos
tu cabello largo
tus ojos cafés

Sigo preguntándome
¿qué viste en mí?
¿cómo pudiste verme cuándo todo lo que hacía era esconderme?
¿cómo consigues verme cuándo sigo escondiéndome?
¿cómo te metiste bajo mi piel tan fácil, cuándo todo lo que quería era no caer por nadie más?

Y seguíamos disculpándonos,
porque todo lo que había habido entre nosotros durante un año eran palabras flotando
miradas robadas a través de las ventanillas de carros
o de espejos retrovisores cuando me iba tarde o llegabas más temprano

Sé que me involucre con personas que no debía,
pero la soledad era tan grande y los agujeros de mi pecho se agradaban y oscurecían cada vez más
no es excusa, no lo es.
Ahora solo quedan relaciones agridulces en mi vida, y no quiero exponerte a eso,
si fueras a quedarte.

Pero no lo harás.
Y me duele, no sabes lo mucho que me duele.
Luces amarillas y labios rosas.

Mi corazón late muy rápido,
Imagen relacionada
dijiste
y quisiera
poderlo sentir contra el mío de nuevo.

Los primeros meses fueron tan duros
y los que seguirán, serán peores
y sé que el tiempo no me curará las heridas
simplemente me acostumbraré a ese agujero
se me amortiguarán
y seguiré mirando sobre mi hombro cuando los del otro turno comiencen a llegar
o cuando pase por esas calles
esperando verte por el rabillo del ojo.

Quisiera que el mundo fuera diferente. No sabes cuanto lo quisiera.

domingo, 15 de abril de 2018

De carreteras, mejores amigos y radios descompuestos.

Nuestras risas chocaban contra las colillas de cigarro y nuestras sonrisas desafinaban, la única luz de la habitación provenía de las luces de navidad colgadas alrededor de la ventana. Había mantas tiradas por el suelo junto con almohadas, el estómago nos dolía de la risa y los ojos nos pesaban por el sueño. La energía nos duró hasta las 3-5 de la mañana.
Cuando despertamos, decidimos tomar la carretera a las 10.
Íbamos en la camioneta, yo en el asiento del copiloto, con el Sol sobre nosotros. No hacía calor, había una brisa fría pero no tanto para ponernos los suéteres que teníamos en los asientos traseros. La carretera se extendía eterna frente a nosotros, toda la vegetación seguía de color verde.
La radio no funcionaba así que hablábamos de temas al azar, platicábamos historias viejas y reíamos. Reíamos mucho. Los árboles, palmeras y arbustos dieron paso al mar y los delfines.
Me encantaba tratar de distinguir el punto donde el cielo tocaba el mar.
Fueron dos horas en carretera hasta que llegamos a esa ciudad, paramos en cada tienda que creíamos interesante, probábamos comida nueva o entrábamos a librerías a pasear entre hojas amarillentas.
Decidimos regresar a casa después de 3 horas porque las carreteras pronto estarían oscuras al cambiar el horario.

El viento era cada vez más frío, el Sol estaba presente pero sus rayos no dolían y la carretera estaba vacía a excepción de nosotros. Quería gritar y reír o echarme a llorar.
Las emociones de esos momentos son confusas, esos momentos te hacen sentir eterno, como si la carretera fuera eterna y no tuviéramos prisa en llegar a algún destino. Es la clase de momento que provoca sentimientos que te sobrepasan tanto que no sabes como te sientes realmente, solo atinas a existir.

Nuestra primera parada de regreso fue un arroyo donde había un par de cuevas. Bajamos del auto y arremangamos nuestros jeans, nos quitamos los Converse y al ser lo suficientemente bajo, nos echamos a correr. El agua estaba fresca y pronto comenzamos a perseguirnos y a chapotear por todo el lugar, nos dolían las mejillas de tanto reír y sentía que nada más que ese momento importaba.
Estuvimos un rato hasta que volvimos a subir al auto y regresamos a la carretera. Ahora íbamos en silencio, el Sol estaba cada vez más bajo, recosté mi cabeza en el asiento y dejé que mis ojos se cerraran.
Me dejé sentir el viento chocando contra mi piel y agradecí al universo por momentos como este, porque sé que todo se acaba pronto.
Agradecí por tenerle en mi vida, por nunca juzgarnos y por siempre estar ahí.
Le agradecí al universo por ponerle en mi vida, por permitirme pasear por estas carreteras, escuchar esas canciones, conocer esas personas y sentir esa brisa.

Y voltee a verle.
Ahí a mi lado, con una mano sobre el volante y el otro brazo apoyado en la ventana.
Con el atardecer detrás.
Y todo lo que pude pensar fue: "algún día, alguien va a amarte con cada latido de su corazón".
Algún día, todo se va a arreglar.
Lo deseo.
De verdad que sí.
29/10/17



lunes, 9 de abril de 2018

Solías recostar tu cabeza en mi regazo.



Hay personas que amaba que están mostrando su verdadero rostro y estoy tratando de quemar puentes, aunque sé que nadie se salva de cruzar el mismo río de lágrimas dos veces.

Pero quisiera desaparecer como tú lo hiciste, borrar todas mis cuentas en redes sociales o bloquear a todos, quisiera arrancarme de sus vidas así como tú te arrancaste de la mía.

Pero no sé como, no sé como deshacerme de esos sentimientos, no sé como huir de ellos sin que nunca me alcancen, no sé como empezar de nuevo, no sé como deshacerme de la decepción, de los celos, de un corazón roto, de la toxicidad, de los sentimientos confusos, de las amistades que estoy dañando.

No sé como dar un paso sin enredar más las cosas, no sé a donde ir sin perder amigos.
La vida se encarga de enseñarte quien sí y quien no, me dijo esa noche de mi cumpleaños mientras estaba encerrada en el baño llorando.
Imagen de alternative, sunset, and aesthetic
Pero nunca creí que él sería del grupo de los no después de compartir tanto.
Me duele, porque arremetió contra mí como ella lo hizo.
Clavó su espina en la herida que más duele y que nunca cicatriza.
¿De verdad soy todo eso que dicen? ¿A caso soy mala persona? ¿Qué hago mal?
Dijiste que me valían mierda todos, que nunca podría amar a alguien, que nunca estaría con alguien porque yo no podía querer, que a mí no me importaba nadie...
¿de verdad lo crees? ¿después de tanto tiempo? ¿no sabes que me odio por sentir de más y otras por no sentir? ¿por qué estás tan enojado? ¿por qué tienes esa ira encerrada dentro de ti? ¿Por qué yo?
¿Por qué yo?

Estoy tratando con fuerza cambiar y alejarme, aunque parece que no puedo hacerlo sin joder las cosas.
Estoy triste, estoy herida, estoy decepcionada.
Pero éste es el adiós.

Creo que nunca podré olvidar esa tarde fuera de tu casa, cuando llovía a cántaros y yo no traía suéter, tú sí. Abriste el cierre, tomaste cada extremo y extendiste los brazos hacia mí, envolví tu cintura con mis brazos y tú me rodeaste con los tuyos y ambos estábamos cubiertos por tu suéter bajo la lluvia y a pesar de mis protestas, esperaste conmigo a que me recogieran.
Gracias.
Por todo.
Adiós.


sábado, 31 de marzo de 2018

20:06

Quiero escribir sobre cosas felices,
Quiero escribir sobre piel dorada
y labios salados
Quiero escribir sobre atardeceres solitarios
y amaneceres acompañados
Quiero tomar café y no sentir que voy a quebrarme
Quiero hablar y no sentirme egocéntrica
Quiero calidez
Quiero sentir que todas mis relaciones están bien
Quiero amistades y viajes por carretera
Sentirme bien, sentir que solo importa ese momento
Y solo preocuparme por lo que va a pasar en el próximo minuto.


viernes, 30 de marzo de 2018

De mares, bucles y de televisiones con estática.

A veces visualizo los pensamientos como si fuera el mar, es curioso, ¿no? Un mar dentro de tu cabeza, lo que odio, es que usualmente visualizo los míos como si fuera un mar turbio, un mar gris y oscuro.
Nunca dejo de pensar, obviamente, pero a veces creo que es demasiado, que hay demasiado mar en mi cabeza y no puedo parar.
Solo somos ese mar y yo dentro de mí.
A veces, no puedo detenerme en un pensamiento, siempre me lleva más allá y a cosas que no quiero pensar.
A veces, no puedo dejar de darle vueltas a cosas dolorosas, por más que lo intente mi mente sigue llevándome a cosas que no quiero recordar. Malditas rumiaciones.
Me sobrepasa, me abruma el no poder parar. Días en los que mi mente no para de ir de acá para allá y termino sintiendo como si hubiera corrido un maratón.
Es como si hubiera mucho ruido en mi cabeza, mucho ruido mental que realmente no es un ruido en sí.  A veces lo visualizo como si miraras una televisión con estática. Otras, es un jodido bucle que da vueltas sin parar.
Son cosas de las que no puedes huir.

jueves, 29 de marzo de 2018

S.

Y la amo.
No creo ser capaz de decirle algún día cuanto lo hago.
No creo poder decirle cuanto extraño sus dibujos.
No creo poder decirle cuanto quisiera abrazarla sin sentirme vulnerable.
No creo que sepa cuanto quiero que confíe en mí, cuanto quiero que hable conmigo de temas que aún no confía con mamá.
No creo poder decirle cuanto amo los dibujos que me ha dado a lo largo de su corta vida, que tengo todos y cada uno de ellos guardado.
No creo poder decirle, sin el nudo en la garganta, sin la piel erizada, sin las lágrimas cegándome, que no me odie.
Que por favor, por favor, no me odie.
Que cuando crezca, no me tenga resentimientos, porque solo nos tendremos la una a la otra en, espero y ruego, varios años más.
Que me perdone por a veces enfocarme tanto en lo que me ahoga, que no veo si algo puede estar ahogándola a ella.
Que me perdone el no abrazarla sin sentirme expuesta.
Que me perdone por a veces no prestarle tanta atención.
Que me perdone por a veces ser una extraña viviendo en la misma casa.
Que a veces me enfoco tanto en mí misma que no presto atención en como le afecta eso a ella.
Que la amo, la amo tanto que las palabras se atoran en mi garganta.

ancla.

Y aquí estoy de nuevo
ahogándome
todo el caso de salir del armario como queer
todo el caso de contarle a mi madre sobre esas personas
era el de dejar de ahogarme
el poder respirar por fin
el poder dejar de tener todo esto al cuello

Funcionó por un mes
pero estoy de vuelta
¿por qué jodidamente no lo entiendes?
¿por qué no puedes respetar que no puedo verte o hablarte en estos momentos?
¿por qué carajos no me das el espacio que te pedí? ¿el tiempo?
¿no puedes ver que a mí también me duele? ¿no puedes ver como me putas cala verte con ella?
¿no ves que estoy ardiendo en celos y lo odio?
odio los celos, porque contaminan todo.

Y nosotros lo estamos bastante.

No quiero que me llames,
no quiero más mensajes,
no quiero que ella me llame,
no quiero más de tu puto comportamiento pasivo-agresivo,
no quiero que pongas a todos en mi contra.

Ambos somos víctima y ambos somos villano.

Te pedí tiempo
y sigues presionando
y presionando
y presionando.

Sigues hundiendo tus putas uñas en la herida, joder
y lo peor es que ella también me llama
y le quiero, a ambas pero no puedo hacerlo
de verdad que no puedo hacerlo en estos momentos
pero tú sigues hundiéndome el jodido cuchillo en el costado,
creí que un tiempo lejos podría ayudarnos pero no te vas
no te vas, joder.

Tengo tus cuatro mensajes sin leer,
tengo tus 3 llamadas perdidas
de hoy
y solo quiero llorar
porque soy cobarde y no quiero leerte, escucharte ni verte.

Por culpa de todo esto
me he quedado sin ustedes,
me he quedado sin todos esos planes que hicimos para nuestros futuros
ya no sé con quien salir
ya no sé a que lugares ir
ya no hay más gargantas adoloridas por cantar hasta el amanecer
ya no hay más dolor de estómago por las risas
ya no hay más noches en su casa
todo por...nosotros.

Y ahora, ni siquiera puedo hablar con mi madre
porque no sé como reaccionará a sus nombres
y a la vez, porque sé lo que dirá
y aunque me esté ahogando y desangrando
no puedo dejar ir completamente.

El punto de todo esto era dejar de ahogarme
pero siento que solo le añadí peso a lo que me hunde.

sábado, 10 de marzo de 2018

De cosas que pasaron en Febrero.

Y no es porque no te quiera
porque te quiero
pero necesito quererme más
necesito dejar de buscar relaciones tóxicas
necesito dejar de repetir patrones
necesito dejar de estrujarme el corazón,
por el simple morbo de hacerlo
necesito alejarme de esa relación que tienes con ella

Alejarme de ti
significa alejarme de ellos
significa buscar otros círculos
otros lugares que recorrer
alejarme no significa para siempre
sino hasta que sane
porque nunca me he dado tiempo de sanar

Porque te amaba
pero quería salir corriendo
porque estás tan enamorada de ella
y ella está tan enamorada de ti
que no lo notan
pero los demás sí

Necesito un tiempo lejos
y no es que sean malas personas
de hecho
me han hecho sentir muy feliz
pero también muy triste

Mi madre me dijo que lo único que me pedía
era alejarme de lo que me hacía daño,
esa noche cuando salí del clóset
y le conté sobre Vino y bombones
sobre Luces amarillas y labios rosas
y sobre ti, Anna

Me dijo que me amaba,
que nunca me quitaría mi hogar,
me abrazó y llorábamos a mares
me abrazó toda la noche
tengo la fortuna más grande al tenerla

Sé que no puedo controlar quien me hace sentir así
no puedo escoger quien me hará daño
pero puedo controlar cuando termina
y lo hice.

miércoles, 10 de enero de 2018

De cosas que comencé a hacer.

He pintado mi habitación azul pastel,
y parece que las paredes ya no se me vienen encima
tomé más fotografías y las colgué en mi pared
encendí más velas
y traté de colgar más luces de navidad

Desempolvé mis libros,
dejé de tender mi cama pero compré sábanas lindas,
tengo el desayuno a la 1pm ó 2
porque esas estúpidas ideas vuelven
trato de hacer más té
y ya no te he recordado

Escribí más en ese libro,
y tengo que hacerlo más
porque hay cosas que aún me ahogan

Aún me siento culpable cada que como
y no sé como dejar de sentirlo

Estoy aprendiendo a tocar el ukulele,
y creí que ayudaba a mi ansiedad,
ayudó por unas semanas pero está volviendo
aún no puedo tocar y cantar a la vez, pero espero poder hacerlo pronto
trato de seguir adelante,
no termino de aceptar el dolor y lucho conviviendo con él,
aún no hemos llegado a superarlo

No he hablado con nadie,
por un lado porque tengo miedo,
miedo de que note cosas que me he estado negando y tengo miedo de aceptar
tengo miedo porque sé que van a invalidarme
tengo miedo porque me estoy estancando de nuevo
pero a veces, me repugno tanto que solo quiero gritar y llorar

Mi horario de sueño es un desastre de nuevo,
puedo culpar a las vacaciones,
aún sigo sin querer que nadie me vea
sin querer salir de casa pero obligándome a hacerlo,
sigo queriendo vomitar cuando mis amigos piden reunirse en un lugar público y sé que habrá personas viéndome


Hacer esas cosas ayudaron un tiempo, pero sigo ahogándome, tengo el odio hasta el cuello y creí que algo sería diferente al hacerlas pero todo eso volvió.