viernes, 30 de marzo de 2018

De mares, bucles y de televisiones con estática.

A veces visualizo los pensamientos como si fuera el mar, es curioso, ¿no? Un mar dentro de tu cabeza, lo que odio, es que usualmente visualizo los míos como si fuera un mar turbio, un mar gris y oscuro.
Nunca dejo de pensar, obviamente, pero a veces creo que es demasiado, que hay demasiado mar en mi cabeza y no puedo parar.
Solo somos ese mar y yo dentro de mí.
A veces, no puedo detenerme en un pensamiento, siempre me lleva más allá y a cosas que no quiero pensar.
A veces, no puedo dejar de darle vueltas a cosas dolorosas, por más que lo intente mi mente sigue llevándome a cosas que no quiero recordar. Malditas rumiaciones.
Me sobrepasa, me abruma el no poder parar. Días en los que mi mente no para de ir de acá para allá y termino sintiendo como si hubiera corrido un maratón.
Es como si hubiera mucho ruido en mi cabeza, mucho ruido mental que realmente no es un ruido en sí.  A veces lo visualizo como si miraras una televisión con estática. Otras, es un jodido bucle que da vueltas sin parar.
Son cosas de las que no puedes huir.

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