-Te quiero.
-Eso. No lo digas más.
-Me da miedo
-¿Quién?
-Tú.
-¿Yo?
-Si. Tu. Toda tú.
-¿Por qué?
-Porque eres realmente tú. Tan real.
-Me gustas. Tú me gustas.
-No quiero esto.
-Entonces, será mejor que no hablemos en unos días.
-Sabes que siempre estaré aquí, no importa lo que decidas o lo que pase.
-De verdad quisiera estar junto a ti.
-Nada, que seas feliz.
-Ya no puedo más.
-Es que tú eres hermosa, hermosa, hermosa. Me gustas, mucho. Yo y mis celos, yo y mis canciones en espera para dedicarte, yo y mis cartas y mensajes sin enivarte. Tú y tu ipod repleto de música como tú, genial. Y la vez que nos vimos, que te miraba y te miraba. Y así. De verdad, me gustas mucho. Mucho, mucho, mucho, mucho.
-Así te quiero yo. Así, así y así. Así me encantas. Estoy enamorada de ti.
-¿Cuántas veces no me he imaginado que pasaría si estuvieras conmigo? Muchas. Demasiadas.
-Perdóname por no ser como tú quieres.
-Te quiero.
-Te extrañaba.
-Nunca me fui.
-Pues llegaste, otra vez. Para mi, es así.
-Sería mejor si estuvieras aquí.
Siento habernos dejado. Siento haber sido tan inmadura y estúpida. Y a veces duele. Duele pensar que alguna vez juramos estar ahí y hoy cada una con su vida, ajena a la de la otra. Si, a veces nos extraño. Me extraño. Te extraño. Y ojalá pudiera arreglarlo y seguir hablando pero sé que es tarde. Sé que tu vida está hecha y no hay lugar para mi. Y que hemos cambiado y que hemos aprendido. Y ahora somos tan distintas y tan ajenas.
Espero que hagas todo lo que desees, espero que la vida te trate bien.
Y sé que nunca leerás esto, pero...Espero que estés bien.
Estoy bajo tu mismo cielo, dijiste.
Ojalá nos hubiéramos quedado bajo él más tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario