jueves, 26 de junio de 2014

20:01

Alzó la vista para mirar a Park. A esos ojos de un verde dorado.

Me has salvado la vida, intentó decirlo. No para toda la eternidad. Seguramente solo temporalmente. Pero me has salvado la vida y ahora soy tuya. La persona que soy aquí y ahora es tuya. Por siempre. 

[...]

Una cree que si abraza a alguien con todas sus fuerzas lo tendrá más cerca. Una cree que se puede abrazar a alguien con tanta fuerza como para seguir sintiendo su presencia, grabada en ti, cuando te separas. 

Cada vez que Eleanor se separaba de Park, tenía la misma sensación de pérdida irreparable.

Cuando por fin bajó de la camioneta fue porque pensó que no soportaría seguir tocándolo y perdiéndolo una y otra vez. La próxima vez que se separara de él, le dejaría parte de su piel. 

Park se dispuso a bajar también, pero Eleanor lo detuvo.
-No- le dijo-. Quédate.
Miró nerviosa en dirección a la casa de su tío.
-Todo va a estar bien- le aseguró Park.
Eleanor asintió.
-Claro.
-Porque te quiero.
Ella rió.
-¿Por eso estará todo bien?
-Pues sí, la verdad es que sí.
-Adiós- dijo Eleanor-. Adiós, Park.
-Adiós, Eleanor. Hasta esta noche. Cuando me llames.
-¿Y si no están en casa? Vaya, eso sería decepcionante.
-Sería genial.
-Tonto- susurró con un resto de sonrisa en el rostro.
Eleanor retrocedió un paso y cerró la puerta.
-Te quiero- dijo Park para sí. O quizás en voz alta.
Ella ya no podía oírlo.
Eleanor & Park, 
Rainbow Rowell.

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