Y hay veces en los que no sé que escribir. No sé a quien dedicarle versos, porque hay personas que no saben como cuidarlos; que los toman en sus manos y los magullan. Sin importarles nada.
Hay veces en que desearía encontrar a alguien con quien poder sincerarme y contar todo, contar mis miedos, sobretodo. Hay veces en que tienes que ser optimista, aunque quieras morirte y que te dejen de joder. Veces que ya no sabes que hacer, que no sabes si vale la pena seguir.
Hay veces en que alguien te da la mano y te vuelve a empujar. Pero tienes que volver a levantarte, aunque te empujen y empujen.
Hay veces que deseamos un abrazo, sólo eso para sentir que el mundo puede ser mejor.
Hay veces en que te cansas de intentar, que estás un poco rota de las esquinas pero no te das por vencida.
¿Cuándo encontraremos a esas personas que nos harán sentir infinitas?
Porque están esas veces en que piensas que nunca lo serás.
Y también están las veces en que sientes mariposas en el estómago y esa persona está al otro lado del mundo.
Y están esas veces -extrañas- en qué te sientes...feliz.
Cómo cuando estás con tus amigos, tirando tu cabeza hacia atrás, mientras ríes a carcajadas por una broma que alguien hizo. Sonriendo aunque no sea para una fotografía. Sintiendo que puedes hacer todo.
Y otras, que pasan durante la madrugada, mientras escribes alguna entrada en tu blog, que te sientes feliz y triste al mismo tiempo y no sabes como puede ser eso. Pero tú eres así. Siempre has sido así. Imaginando cosas que deseas que pasen, tal vez insultándote por ser una tonta, tal vez al borde de las lágrimas porque son tantas cosas que no dices que te ahogas, que después de llorar te llamas a ti misma ridícula.
Pero hay veces en que sabes que sólo tienes que aguantar un poco más. Que esas veces no son para siempre.
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