jueves, 30 de noviembre de 2017

Otro otoño más.

Son las 2 am.
Siempre son las 2 am.
Las luces de navidad son las únicas que iluminan la habitación. Y el único sonido que importa es Ghost Stories Live chocando contra las paredes.
El viento frío entra por la ventana y no es que ya no esté triste, porque lo estoy, pero supongo que me he acostumbrado.

Con el tiempo se me quitan las ganas de festejar este día, porque paso la mayor parte del año deseando dejar de existir y no creo que un día haga la diferencia.
Hoy he llegado a casa y he dormido, últimamente termino durmiendo a las 4 de la mañana y mi alarma suena a las 5 y mi apetito no existe, o lo hace pero se me hace tan fácil ignorarlo.

Conseguí otro otoño.
Y me asusta.
Porque pronto los juegos se acaban y viene lo difícil, y no sé que haré porque parece que la mayoría ya tiene todo planeado.
Y solo quisiera quedarme en esta habitación, con las letras de Magic rebotando de una pared a otra, con el viento meciendo la cortina y helándome los huesos.
Esta es mi eternidad.
Ese disco, el viento y las luces de navidad esparcidas sobre mí o sobre la cama.
Mi eternidad, donde no me fuerzo a dejar de huir y tomo decisiones precipitadas para demostrarme a mí mismo un punto. Mi eternidad donde esas dos personas no me jodieron tanto el corazón que ahora ya no sé como comportarme con el corazón de otra persona y no tengo ganas de hacerlo.
El lugar donde lloro y no siento la necesidad ocultarlo. Donde bajo las defensas, donde estoy rodeado de fotografías, velas, libros y discos y el tiempo no pasa.

Nunca pensé que llegaría a esta edad, pensé que algo me borraría mágicamente de la faz de la Tierra.
Pero aquí estoy, con otro otoño más, necesitando envolverme en luces de navidad para no caer en pedazos y a Yellow y Ghost Stories Live para darme un poco de eternidad.

In the darkness before the dawn
In the swirling of this storm
When I'm rolling with the punches and hope is gone
Leave a light, a light on




miércoles, 29 de noviembre de 2017

i move slow and steady but feel like a waterfall.

Con mi cabeza recostada en su pecho, pensé en decirle todo.
En sacar de mi pecho todo aquello que me pesa.

Pensé en decirle que soy un fracaso, que me doy asco, que lucho por no ir al baño a vomitar.
Pensé en decirle que no quiero que la gente me vea, que quiero arrancarme la piel, que la ansiedad me come tanto a veces que no tengo uñas.
Que a veces tengo miedo porque hay días en los que el estar consciente requiere mucho esfuerzo y me duele, que hay mañanas en las que no siento nada y quiero gritar y jalar mi cabello.
Que veo chicos en la calle y quiero lucir como ellos desesperadamente, que no sé como ella puede quererme, no sé como ella puede besarme y decirme que me ama.
Que no entiendo por qué mierda alguien podría quererme.
No entiendo como ella puede verme y no sentir asco. NoentiendoNoentiendoNoentiendoNoentiendo.
Que a veces río con mis amigos pero en el fondo, realmente no siento la alegría, estoy más ansioso y preocupado de como luzco y del asco que me tengo para disfrutarlo completamente. Que río y río pero no lo logro.
Que ahora solo quiero pasar mi cumpleaños durmiendo o encerrado en mi habitación, donde nadie pueda verme, porque pasó todos los demás días del año deseando dejar de existir y que un día no hará la diferencia. No sé que haré de mi futuro, me da miedo. Estoy aterrado.


Pensé en decirle todo eso, en tratar de liberarme, en decirle que tal vez necesite ver a alguien de nuevo.
Estaba llorando, y me pasaba la mano por el cabello y con la otra me acariciaba la espalda.
Pensé en decírselo.
Pero decidí tragármelo y culpar de esa crisis al estrés.

lunes, 20 de noviembre de 2017

De cosas que quiero comenzar a hacer.

Pintaré mi habitación de azul pastel,
colgaré más luces de navidad,
pondré más velas en mi tocador,
tomaré más fotografías y las colgaré en mi pared

Desempolvaré mis libros cada fin de semana,
trataré de tender mi cama cada mañana
y lo primero que haré será desayunar
para ya no olvidarme de hacerlo,
volveré a tomar más té
y a recordarte menos

Escucharé mis discos más a menudo,
pondré a Coldplay, P!nk, Fun, Natalia o Bon Jovi a todo volumen,
trataré de escribir más en ese cuaderno,
incluso si después no puedo ni abrirlo

Trataré de no sentirme culpable cada vez que coma,
y lo escribo aunque sea mentira.

Aprenderé a tocar el ukulele,
trataré de no romper mi ventana si canto
y de seguir adelante
de aceptar el dolor y convivir con él
para juntos superar todo

Tal vez tenga el valor de hablar con alguien, profesionalmente
tal vez no lo haga,
pero a veces las palabras me ahogan tanto
a veces no sé si saldré a la superficie
a veces no sé si vale la pena

Dormiré más, mentira
porque dormir 10 horas a la semana no es sano,
porque a veces no quiero levantarme de la cama,
porque a veces no siento nada,
a veces el sólo estar consciente duele y requiere mucho esfuerzo


Es bonito como puedes tener motivación un lunes a mediodía sin clases.

El principio del otoño.

Nos pasamos la vida persiguiendo aquellos sentimientos que nos hicieron felices, que nos hicieron sentirnos infinitos por un momento. Leí por ahí que siempre es algo siniestro volver a los lugares que fueron testigos de instantes de perfección.
Yo vivo yendo tras ellos. Vivo por esos viajes en carretera, por esos atardeceres que veo desde la ventana del auto. Vivo por enterrar mis pies en la arena o en los pequeños arroyos. Por el Sol calentando mi piel.
Vivo por ver a mi padre y mi hermana jugar cual niños o bañándose en el agua. Por esas canciones de Bon Jovi sonando en la radio de regreso a casa. Por esas fotografías donde nos vemos más felices de lo que en realidad somos.
Vivo por todas esas pequeñas cosas por las que realmente vale la pena vivir.

domingo, 12 de noviembre de 2017

03:45 am.

Eran días perfectos.
Con una taza de té, el frío, los suéteres grandes y nuestros dedos entrelazados.
Los labios rojos, hinchados y mordidos.
Con el único deseo de abrazarte por un largo tiempo.
Tú sumergida en The Lovely Bones.
Sin poder apartar mis ojos de ti, sintiendo que el corazón podría escaparse de mi pecho en cualquier momento.
Eran días perfectos.
Y no lo supe hasta que ya no estabas.

jueves, 2 de noviembre de 2017

Cada 02 de noviembre.

Y me duele.
Me duele en el alma y en el cuerpo, se me hace un nudo en la garganta por todos aquellos que se fueron.
Los que conocí.
Los que no alcance a conocer.
Los que conocí pero era tan pequeño que son simples borrones en mi memoria.
Me duele por ellos, porque ahora sé lo que es la pérdida.
Me duele por ellos porque quisiera que no conocieran tal dolor.
Me duele porque quisiera que fueran eternos, porque aún no se van y ya me duele, porque en solo pensar en eso hace que el pecho se me estruje y quiera romper a llorar.
Cuando llegamos al cementerio y recorrimos ese largo camino con toda esa gente y llegamos a las tumbas de la familia de mi abuelo y mi abuela comenzó a rezar, pensé en que aunque no crea en la religión (ya no tanto como antes o ya no completamente) creo en la espiritualidad. Creo en el descanso eterno, en otros planos.
Y espero todas esas almas, que son millones, encuentren el descanso eterno, que encuentren la paz.
Quise ir a ver su tumba, pero no recordé el camino, aquel que recorrí hace dos años es un borrón en mi memoria y tampoco tuve el valor de preguntar a alguno de los dos.
 Me gustaría haberle llevado flores, pero también sé que me gustaría haber ido a verle solo, porque me duele.
Y sé que siempre dolerá, aunque sé que el dolor puede menguar, porque es parte de la vida, es lo que nos hace humanos.
Espero estén bien todos ustedes, siempre los recordaremos.
Los amo, siempre.

"La muerte no existe, la gente sólo muere cuando la olvidan; si puedes recordarme, siempre estaré contigo. 
-Isabel Allende.