Y no voy a prometerte que todo va a estar bien, porque va a ver veces en que el mundo va a querer hacerte mierda y nada va a estar bien.
No voy a prometerte que no vas a llorar, porque van a ver veces en el que llorarás tanto que sentirás que la cabeza te explotará.
No voy a prometerte que siempre va a haber alguien ahí para ti, porque van a ver veces en el que sólo tú estarás ahí para ti (y otras veces en las que ni siquiera tú estarás para ti).
No voy a prometerte que ellos siempre serán tus amigos, porque si no pierdes amigos, no estás creciendo.
No voy a prometerte que no vas a perder personas que amas, porque perder personas es parte de la vida.
No voy a prometerte que va a ver gente que te entienda, que te acepte, porque van a ver veces en el que te enfrentes a personas a las que no les gustan tus genes.
No voy a prometerte que enamorarte no va a doler, porque el amor es lanzarte al vacío con la esperanza de que alguien te atrape antes de estrellarte contra el suelo.
No voy a prometerte que nunca vas a estar triste, porque la vida no siempre es feliz.
No voy a prometerte que vas a amarte a ti mismo(a), porque van a ver veces en las que serás la persona que más odias.
Tampoco voy a prometerte que serás feliz, porque la vida es cruel.
Pero puedo decirte que todo eso va a pasar, puedo decirte que aunque te lancen rocas, aunque las voces en tu cabeza nunca se callen, aunque tengas ganas de romper cada espejo, aunque todos los días te levantes con los ojos rojos, hinchados, aunque quieras acabar con el dolor, puedo decirte que va a pasar. Puedo decirte que siempre volverás a tener esas horas oscuras, porque yo las tengo, porque todos las tenemos, puedo decirte que todo mejora. Porque tiene que hacerlo. Porque va a hacerlo. Espero.
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