sábado, 27 de septiembre de 2014

Yo también.

¿Alguna vez te has sentido incómoda en tu piel?
¿Alguna vez has querido quitarte a arañazos esa sensación?
¿Has sentido esa ansiedad por cosas tan simples cómo ir a la escuela? ¿Cómo ir por las tardes a hacer eso que esperas tú, te de un cuerpo aceptable para todos?

¿Alguna vez has regresado a casa a llorar en la ducha? ¿O simplemente has derramado unas lágrimas e intentado distraerte con música o con los deberes?
¿Alguna vez has sentido que no eres suficiente?
¿Has querido gritar por todas las palabras que te han dicho? ¿Por las que  te has dicho?

¿Has querido simplemente, "tirar la toalla"?
¿Te has dicho, alguna vez, que no te importa la opinión de los demás? ¿Y aún así todo sigue doliendo demasiado?
¿Has sentido que quieres escapar o hacer lo que sea, con tal de no volver a ese lugar o escuchar algo que te recuerde lo que eres?

Yo también.
Y vuelvo aquí, donde me expongo. Y vuelvo allá, donde ya nadie está para escucharme.
Quisiera simplemente dejar de sentirme así. Quisiera que todo fuera tan fácil como llevar las manos a mi nuca y encontrarme con un cierre y bajarlo y quitarme lo que soy.
Quitarme esa ansiedad que viene a mí cuando se me acaban las cosas para distraerme y entonces mi realidad vuelve a mí.
Porque yo he estado y nadie está. Ni siquiera yo.
Y quiero que las ganas de llorar cada vez que vuelvo a casa por la noche, se vayan. Porque cada vez necesito más cosas con las que distraerme y cada vez son más grandes las ganas de desaparecer.

No sé porque vengo aquí, porque sé que esto no interesa a nadie, porque sé que me expongo a mí y a mi triste existencia. Porque llego al punto en el yo misma me parezco ridícula.

Solo quiero que la ansiedad se vaya, las ganas de quitarme la piel, las náuseas de ser yo y dejar de pensar.

Dejar de pensar, sobretodo.

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