domingo, 31 de diciembre de 2017

Sobre cambiar, cuentas regresivas y crecer.

Some nights, I stay up cashing in my bad luck
Some nights, I call it a draw
Some nights, I wish that my lips could build a castle
Some nights, I wish they'd just fall off
But I still wake up, I still see your ghost
Oh Lord, I'm still not sure, what I stand for oh oh oh
What do I stand for? Oh what do I stand for?
Most nights, I don't know anymore

This is it, boys, this is war, what are we waiting for?
Why don't we break the rules already?

Stops my bones from wondering just who I, who I, who I am, oh who am I, mm, mm
Well some nights, I wish that this all would end
'Cause I could use some friends for a change
And some nights, I'm scared you'll forget me again
Some nights, I always win, I always win.
Some nights - Fun.

Siempre nos encontraremos de nuevo aquí. Nuestro inevitable final y comienzo.  En estos momentos estoy en blanco, no sé de que hablar, veo los meses pasados como un borrón en mi mente, y no entiendo el por qué. No es que haya sido extremadamente feliz, ni que me haya pasado todo el año de vuelta a en ese lugar oscuro. Pero sé que algo cambió y aún no logro descifrar que fue, no sé si es bueno o malo, pero trato de solo aceptarlo.

Retomaré algunas cosas que escribí el año pasado en una entrada como ésta: el hijito de mi tía es cada vez más grande, me encanta cuando se suelta a reír, me encanta ver como crece aún cuando es un diablillo y parece que son 50 niños en uno. La persona que tuvo la recaída...no lo sé, es obvio que aún hay cosas por resolver, es obvio que aún hay cosas bajo la alfombra pero espero siga luchando y no caiga de nuevo, por favor. Y sé que ella sigue agotada, sé que es de esa forma porque podemos ver como se marchita poco a poco, quisiera que le dieran un descanso, quisiera que pudieran ver como todo esto le afecta, que no solo el trabajo físico agota, que el trabajo emocional cansa muchísimo más.

Tengo nuevas personas en mi vida, personas de las que me costará despedirme cuando nos toque tomar caminos diferentes y eso está a unos pocos meses de distancia. Son buenos chicos, me hacen reír hasta que el estómago duela.

Tengo muchas cosas en las que trabajar, a veces pienso demasiado las cosas, a veces no las pienso tanto. No puedo seguir siendo así, tengo que cambiar, tengo que intentarlo mejor aunque me dé pavor, aunque tenga miedo al compromiso, porque me dijeron que me perderé muchas oportunidades por no abrirme a las personas, porque sé que tienen razón. Y no puedo excusarme con las cosas que pasaron, no puedo culpar a otras personas por ser como soy, porque yo les permití cambiarme. Sé que no puedo elegir de donde vengo, pero puedo elegir a donde voy.
Y espero no lastimarla más, porque ella sigue ahí, a pesar de todo y no logro meterme en la cabeza el por qué, no soy especial, no tengo atractivo, molesto mucho, bromeo en cosas serias, prefiero reírme que a llorar porque sé que si lo hago no pararé, pero algo cambió. Y en parte sé que es por ella, porque sé que merece algo mejor, porque sé que merece lo intente más fuerte.
Pero es difícil, no puedo cambiar de la noche a la mañana, no puedo cambiar sin tener a alguien que me guíe, no puedo cambiar completamente sin solucionar las cosas en casa, sin sincerarme con mis padres. Creo que es eso lo que me detiene, el no poder ser yo ni siquiera dentro de mi propio hogar.

El año que viene empezaré la universidad y da miedo, siempre he luchado con la ansiedad y el pensar en que tengo que enfrentarme al mundo me da temor.
Pero sé que son cosas que tengo que dejar atrás, así como a esas personas que me lastimaron y a las que lastimé.
No puedo avanzar de página si dejo la esquina doblada del capítulo anterior, no puedo seguir haciendo eso. Obviamente soy un ser humano y se me permite equivocarme un par de veces.

Es un poco divertido, si miró atrás hacia hace 2 años o el año pasado, donde mi ansiedad era peor, dormía 10 horas a la semana por culpa del insomnio, jugaba voleibol y fútbol flag y sentía que me moría en el entrenamiento y me incomodaba el solo estar ahí, no comía y vivía de té, iba constantemente a ese lugar oscuro. Ahora mi ansiedad ha mejorado un poco, trato de dormir 6 horas porque es mi último año y tengo que ser responsable, ja, aún sigo tratando el tema del comer, pero ahí la llevamos y no entreno más.
Algunas mejoras, pequeñas, pero cuentan mucho.

Quiero que sepas que todo mejora, aunque sean pequeñas cosas. Nada dura para siempre, ni lo bueno ni lo malo y tenemos que aprender a disfrutar de eso. Disfruta de cuando te rompan el corazón, porque pocas cosas merecen ese dolor, disfruta de cuando te sientas feliz, de cuando se te eriza la piel y quieres gritar y correr. Vivimos de esa clase de sentimientos.
Ríete a carcajadas, ve a viajes por carretera, canta con fuerza, lee, cocina, abraza y recarga tu corazón con el del otro. Te lo mereces.
Ámate, porque estarás contigo toda tu vida, cuida de ti mismo. Recuerda que no hay nada malo contigo, en lo absoluto. Tenemos mucha vida por delante. 
Nunca te rindas, no tengas miedo del cambio,  a crecer y evolucionar. Por favor, sigue adelante.

Sé que nada desparece al dar las 12, pero podemos enfrentar todo con nuevas fuerzas. Los días malos solo duran 24 horas, piensa que las cosas irán bien y aún cuando no sea así, pronto se arreglarán.

"...Me subí al coche y puse rumbo a casa, con la visera bajada para protegerme lo ojos del sol, pero en el último momento giré a la izquierda, porque nunca antes lo había hecho y porque había tiempo de sobra para tomar un camino distinto."
 - Lane, 
Extraordinary Means, Robyn Scheinder.

This is the New Year
A new beginning
You made a promise
You are the brightest
We are the voices
This is a New Year
We are the voices
This is a New Year

(Lo estabas esperando.)

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sábado, 30 de diciembre de 2017

I told u I was mean.

Te mentí,
nunca lloré por ti
juró que lo intenté
pero tengo mejores cosas que hacer
Ahora estás en la carretera, con una carga dolorosa
y las palabras que dije, dejaron tu gran corazón roto

Y sabes que aún te importa, 
porque el amor es para los pobres
así que te dejé golpeando la puerta principal,
tú sabías que era esto,
ya no te quiero, nunca más
te lo advertí antes
te lo advertí antes

Podría jurar que te dije que era mala.

Eras una cosa dulce y vieja, 
y estaba sola
así que dejé que me abrazaras por tiempo limitado
¿no lo ves?
no eres nada para mí

Porque siempre seré
una mala, mala semilla.

Imagen de girl, neon, and blue

mala semilla

Odio que pasen estas cosas porque no tengo a nadie con quien hablarlas. No tengo a nadie que me dé una nueva perspectiva, alguien que no conozca o alguien de mi confianza pero que me escuche y no me juzgue. Que no me diga que soy una perra sin corazón, porque lo tengo aunque esté aterrada de usarlo.

Quisiera poder hablar de esto con ella, quisiera poder ir a su habitación, subir a esa cama y que me abrace, que acaricie mi cabello y me dé el consuelo que necesito, pero ella no sabe nada. No puedo hablar con ella porque no conoce esa parte de mí, porque no sé como reaccionará pero a veces necesito tanto decírselo, necesito que lo sepa, necesito sacármelo del pecho. Pero no puedo. Porque el miedo es más fuerte, porque los demás pueden serlo pero no yo, no su sangre, al parecer.

Y para mis amigos ya soy esa perra sin corazón, esa a la que le vale mierda todo y es que...les doy esa impresión, claro que sí, porque es más fácil ser de esa manera. Es más fácil mantener ese personaje, para que todo pase y nada duela.
Pero lo hace.

Sé que todas ellas merecen más.
Sé que soy una maldita perra sin corazón. Sé que la lastimo, sé que duda de mí, sé que ella tiene sus inseguridades, sé que otra persona la lastimó horrible y se aprovechó de ella cuando más necesitaba a alguien. Lo sé, joder, lo sé.
Y me odio, me odio por ser así, por preferir seguir con este personaje, por estancarme, por no intentarlo mejor, por decirle que mejoraría, por decirle que estaba tratando, por lastimarla.

Siempre he sabido que merece algo mejor que esto.
Siempre he sabido que no termino de encajar en su grupo.
Siempre he sabido que hace tiempo debí alejarme de todos ellos, el problema siempre ha sido que nunca he tenido muchos amigos, el problema siempre ha sido que tengo miedo a la soledad. Al abandono.

Y de alguna forma estoy cansada, cansada de siempre ser la mala, cansada de siempre ser la que hace sufrir al otro, estoy cansada de siempre ser yo.

Solo quiero irme, quiero alejarme de todos, estoy volviendo a tambalearme, losientolosientlosientolosiento

lunes, 25 de diciembre de 2017

Luces amarillas y labios rosas pt 3

A: Luces amarillas y labios rosas.

Volví a soñar contigo, me sentía tan feliz. 
Te veía libre, como si el miedo ya no estuviera aferrado a tu espalda.
Nos tomábamos de la mano sin temer, me mirabas a los ojos y no te importaba que los sentimientos se desbordaran por tus pupilas, porque los míos hacían lo mismo.
Éramos tan felices, quería vivir en ese sueño por siempre.




















Lo siento, K. De verdad  lo siento, te quiero, te quiero.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Alt er love.

Y es triste, porque sé lo que es temerle a tus padres, temerle a las personas que piensan que amar a otro está mal. Sé lo que es dudar de ti mismo, de cuestionarte hasta que sangras sobre porque somos así, sobre porque amamos a quienes amamos, porque sentimos lo que sentimos. 

Ahora sé como puede sentirse los que tienen miedo de lo que sienten, cuando ven a esa persona y la piel se les eriza y las mariposas revolotean en el estómago, que sienten las miradas de las personas sobre ellos incluso cuando en realidad no hay nadie prestando atención. 

He estado en ambos lados.
En el lado donde estás atemorizado, pensando en el que dirán y en donde lloras y ruegas para ya no sentirte así.
Y en el lado donde la persona que te eriza la piel no puede ni siquiera mirarte a los ojos, porque tiene miedo de que los sentimientos se le escapen frente a las demás personas, de que el miedo se les aferra a la espalda y caminan con todo su peso sobre ellos.

El miedo, por otra parte, es bueno. Te hace ser valiente, de llenarte de coraje. 
Pero no deberíamos de tener miedo a querer, aunque me siga aterrando, ni de ser nosotros mismos. 

El mundo está cambiando, pero seguimos temiendo. Seguimos siendo esos hijos que le temen a los padres, seguimos siendo esos hijos con homofobia internalizada, odiándonos por sentir lo que sentimos y tal vez, otros odiando a los que se dejan sentir. Seguimos siendo esos hijos a los que le rompen el corazón y no pueden ir a consolarse a brazos de mamá o papá por temor, los que tenemos un problema pero nadie con quien hablarlo, los que vemos en las noticias ataques de odio, que vemos pancartas esparcidas por toda la puta ciudad diciendo que no se me permite formar una familia y que si la llegara a formar, sería antinatural. 

Pero también seguimos siendo esos hijos a los que vieron crecer, a los que cargaron en su vientre 9 meses o a los que adoptaron, seguimos siendo esos hijos a los que enseñaron a leer, a caminar, a hablar. 

Seguimos siendo las mismas personas y el querer a alguien no debería de cambiar eso. 

[...]
Tariq no puede soportarlo, siente que, de alguna manera, es también su culpa.
Se planta frente a la madre de Craig y dice:

- Tiene que quererlo. No importa quién pensaba que era o quién quiere que sea, tiene que quererlo tal cual es porque su hijo es un ser humano excepcional Tiene que entenderlo.

Y la madre de Craig le responde en un susurro:
-Ya lo sé. Ya lo .

[...]
Algunos padres estuvieron de nuestro lado. Otros decidieron desterrarnos antes de aceptarnos como éramos. Y algunos, cuando se enteraron de que estábamos enfermos, dejaron de ser dragones y se transformaron en cazadores de dragones. A veces se necesita eso...la batalla final. Pero debería necesitarse mucho menos que eso. 

Dos chicos besándose,
David Levithan.




lunes, 18 de diciembre de 2017

Prever la caída, incluso cuando disfrutas de la vista desde arriba.

Son días raros, porque he estado tratando de aprender a que no hay nada malo con sentirme femenina, que comer no debería hacerme sentir culpable y a no llorar en los probadores.

Me he forzado a dejarme sentir y ha seguir buscando ropa que me haga sentir bien cuando me vea al espejo aunque odie la persona que se refleja en él.

He tratado de no contar las veces que como en el día, de no repasar en mi cabeza exactamente que comí ni de pensar en las calorías que llevo.

Trato de ya no profundizar en los oscuros pensamientos, en usar labial y no llorar y no quitármelo con el dorso de la mano.

No he hablado con nadie sobre ver a un profesional, porque pienso que me dirán que no lo necesito y yo también lo creo de algún modo (pero en algún punto, sé que también lo necesito).

Son días raros, porque estoy esperando a estrellarme de nuevo, estoy esperando el dolor y el entumecimiento. Pero tengo que poner mi vida en orden, no puedo vivir toda mi vida de esa manera, necesito cambiar, convivir con el dolor y no huir de él.

Necesito aceptar todo lo que siento, a no descartarlo, a dejarme sentir cosas buenas por alguien de nuevo,  a aprender que la comida y la culpa no tienen nada que ver, estoy tratando.

Y aunque vea la inevitable caída, trataré de seguir.

domingo, 10 de diciembre de 2017

Luces amarillas y labios rosas. pt. 2

Me alegro que estés bien, que las cosas estén mejorando.
Joder, sigues siendo tan hermosa.
A mis ojos siempre lo serás.
Me alegro por tus nuevas metas y por que las cumpliste.
Espero logres todo lo que te propones y encuentres a alguien que te ame con cada uno de los latidos de su corazón, incluso si el mío se me parte al pensar que no seré yo.

Siempre mereciste más que todo esto.
Lloro, porque hicimos las cosas mal. 
No, olvida eso. Fue el mundo el que hizo las cosas mal, fue el mundo y las mentes cerradas y ese libro que siguen utilizando aunque tenga miles de millones de años sin pruebas algunas. Fue ese odio que rodea ese libro y a esa presencia divina a la cual nos hacen temer desde el segundo en el que respiramos.
Fue ese miedo y las amenazas. Fue la presión, la adrenalina de hacer algo prohibido. Fue el estar enamorado.

Siempre mereciste más que todo esto.
Siempre mereciste más que todo esto.
Siempre mereciste más que todo esto.
Siempre mereciste más que todo esto.
Y no quiero que vuelvas a verme, porque sigo algo estancado, porque odio este cuerpo y todo lo que representa, porque sigo haciendo las mismas cosas. Porque estoy comenzando a estar con alguien más y tengo miedo de siempre buscarte. 

Lloro, porque has progresado, porque espero hayas ganado contra esos demonios.
Espero la vida te trate bien.
Espero estés bien.
De verdad lo espero.

06:24

Amo esa quietud de los domingos
en especial a las 6 am
donde parece que el Sol
no saldrá nunca
y el cielo es azul gris, 
el color de la eternidad

Abro la ventana 
y hago a un lado la cortina 
el viento helado entra 
amo como me hiela los huesos
como me aplaca el ardor de existir

Regreso a la cama
desde donde puedo ver el cielo 
y cierro los ojos 
deseando capturar ese pequeño momento



jueves, 7 de diciembre de 2017

fahrenheit 451

Y a pesar de todo, me sigue encantando cuando sonríe. Sigo bebiendo de su rostro cual hombre privado de agua cuando el rostro se le ilumina y se le pintan los grandes hoyuelos y las arruguitas en las esquinas de los ojos.
Cuando se ríe y los hombros se le sacuden, dejándome embobado.

Su voz me sigue dejando paralizado, su cuerpo alto aún me sigue provocando inmensas ganas de acurrucarme a su lado, de amarrar su cintura con mis brazos, de quedarme incrustado en la calidez de su cuerpo y más cuando usa ese suéter, dándole la apariencia de un hogar.

Y su cabello siempre un nido de pájaros, me pican los dedos por volver a enredarlos en sus mechones. De peinarle y despeinarle, de darle tirones cuando se reía a mi costa.

Cuando enredaba su brazo derecho en mi brazo izquierdo, mientras estábamos sentados en el suelo y recostaba su cabeza en mi hombro. Y me contaba como le dolía el corazón por ella y que le aconsejara.

Aún disfruto de como el corazón se me partió cuando llegó ese día y él le dio ese libro por su cumpleaños, ese libro del que tanto me hablo y que parece que yo ya lo había releído tantas veces como él. Ese libro que le hizo amar la lectura y que encontró en una tienda de segunda pero fue como encontrar un tesoro sin necesidad de mapa.

Ese libro que le dio y que en la primera hoja tenía su corazón, justo debajo del título. Ahí estaba, latiendo, sangrando. Pero no se pueden forzar las cosas y ella tomó el libro, pero le devolvió el corazón.

Aún sigo anhelando volver a estrujarle el cuerpo, de sentir como le retumba el pecho cuando se ríe o de colgarme de su calor cuando me tomaba de la mano.

Todo fue por entregarle su corazón, sin tomar en cuenta que yo le estaba entregando un poco del mío, habiendo una gran diferencia.

Él nunca supo de ese trozo de mi corazón y a consecuencia de eso, no me lo ha devuelto.