miércoles, 27 de septiembre de 2017

17:34

A veces me asusta cuán desconectado me puedo sentir.
No quiero reír, pero tengo que.
No quiero sonreír, pero tengo que.
Solo quiero quedarme ahí, solo eso. Sin hacer nada, porque incluso pensar  requiere un gran esfuerzo.
No quiero moverme, porque siento como si tuviera todo el peso del universo sobre mí. 
No quiero hablar o que alguien me hable.
Y de repente siento que puedo soltarme a llorar en cualquier momento, por la más mínima cosa.
Llorar largo y tendido.
Me asusta sentirme así.
Sentirme tan...entumecido.
Y entonces, días después, recupero la sensación.
Pero aún así mi cabeza no me da descanso.

sábado, 16 de septiembre de 2017

01:58

Y es bonito.
Es bonito como una botella y media de vino puede hacerme sentir esa calidez por dentro.
Es bonito como mi lengua se siente pesada y solo sonrío un poco cuando alguien se dirige a mí.
Es bonito como solo quiero cerrar los ojos y pensar en aquellos meses en los que sentía que podía hacer todo.
Y me gusta.
Me gusta como tomo un trago y no puedo pensar en otra cosa más que en ese sabor amargo inundando mi boca, pero entonces, siento la calidez. Y vale la pena cada trago amargo.
Y siento una ligereza en mis pies, sobre mis hombros. Me siento un poco feliz y con algo de sueño.
Pero es cálido.
Y eso es lo que importa en ese momento. No hay pensamientos tristes ni ganas de desaparecer.
Es cálido.

jueves, 14 de septiembre de 2017

04:24

El universo se encargo de darme una bofetada en la cara para recordarme que nunca he salido en realidad de ese pozo. Que si me dejo llorar no pararé. 
Decepción y frustración se revuelven en mí. Siento que mi cuerpo es grande, enorme, gigante y solo quiero dejar de sentirlo. 
Quiero dejar de sentir todo. 

martes, 12 de septiembre de 2017

03:45

Y dudé en contarle algo más profundo, dudé en desnudar parte de mi alma. Parte de esa gran zona oscura que hay en mi cabeza.
Le miré a los ojos, esos ojos miel enmarcados con largas pestañas negras.
No lo entendería. O no lo haría completamente.
Me ama y le amo, pero eso no quiere decir que acepte todas las partes de mí. Eso no quiere decir que no va a argumentar en contra de como se siente una parte de mí. Eso no quiere decir que no va a doler lo que ella piense o diga respecto a ese tema. Eso no quiere decir que mi corazón no lata menos rápido al pensar en contarle eso.
Porque fue criada de diferente manera, porque toda su cabeza es un mundo.
Porque ya ha hecho comentarios respecto a un tema parecido, demasiado parecido y me ha dolido un poco el alma. Saber que tal vez nunca lo apoye completamente.

Saber que nunca podré saber si realmente necesito hacer ese cambio para ser un poco más feliz, porque tengo miedo, mucho miedo.
El mundo está plagado de odio, está plagado con comprobaciones científicas, religión, fanáticos y muy largo etcétera.
Ellos van a tratar de derrumbarme, ellos están tratando de derrumbarme. Y no puedo evitar caer.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Slow life.

Y lo que hice en el pasado me atormenta.
Las cosas que dije, cómo me comporté, como presioné.
Cómo les hice sentir, lo que les hice decir.
Las cosas que no pensé y las que pensé demás.
Las cosas que no hice.
Las cosas que debí haber hecho.
Lo que debí haber dicho y lo que no dije.
A los que lastimé. A los que estoy lastimando.
A los que leen esto.
Lo que no me guardé. Lo que debí haberme guardado.
Lo que dejé ir.
Lo que no he dejado ir.
Lo que me dejó.
Lo que nunca me va a dejar.
A quienes amé. A quienes amo. A quienes no pude amar.
Los que estuvieron ahí y los que no.
Lo siento por todo.

sábado, 9 de septiembre de 2017

Organs.

Tengo miedo de seguir sintiéndome así. Tengo miedo de que sea algo más profundo.
Tengo miedo de todo lo que pienso.
Tengo miedo de cuán desconectada me siento de todo en ocasiones.
Tengo miedo de pedirle a mi madre si puede llevarme a hablar con alguien, porque eso implicaría tener que contarle como me siento a ella.
Tengo miedo de que sienta que fracasó como madre si sabe todo esto que tengo dentro. Tengo miedo de que no me tome en serio.
Tengo miedo de sentirme como una carga.
Tengo miedo de que mis padres, mis amigos, mis conocidos me vean como alguien que solo quiere atención, de que no hago nada para dejar de sentirme así, que solo finjo.
Tengo miedo de que mis padres se sientan preocupados de que pueda hacer algo, miedo de que vivan al borde por mi culpa, de que se sientan como yo me sentía con Agridulce. 
Tengo miedo de absorberles un poquito de felicidad.
Tengo miedo de esas ocasiones cuando de la nada mi corazón se agita como loco, cuando tengo ganas de hacerme irme a un rincón y quedarme ahí por horas.
Tengo miedo de cuando planeo salidas con mis amigos, de cuando estoy escogiendo la ropa que usaré pero entonces comienzo a sentirme mal, mi corazón se agita y lucho contra las ganas de dejarme caer en un rincón y abrazarme el cuerpo, de que la piel me hormiguea y quiero dejarme caer en ese abismo de ansiedad.
Tengo miedo de cuando llegó a casa después de la escuela y solo quiero morir, de cuando comienzo a llorar y quiero desaparecer, dejar de existir, evaporarme.
Tengo miedo de a veces sentirme diferente, de que este cuerpo no me pertenece, de ver las fotos de esos chicos y querer lucir como ellos, de no tener curvas sino hombros anchos y mandíbula marcada.
Tengo miedo de todos, de las miradas, tengo miedo de que no me crean. Tengo miedo, mucho miedo. Y no puedo dejar de llorar, tengo unos buenos padres, una buena vida, una buena hermana y una buena familia ¿por qué me siento así?
Me cuestiono todo el tiempo, ¿es real lo que siento?¿¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento? ¿es real lo que siento?
Tengo miedo de que lo que soy está equivocado. Tengo miedo de toda esa gente allá fuera. Tengo miedo de todo ese odio, de todos aquellos que pueden invalidar lo que siento, lo que soy y lo que puedo ser.
Puedo reír, puedo reír con mis amigos, con mi familia, puedo salir y disfrutar pero llega un momento en el día en que caigo en un pozo. Y vuelvo a sentir todo eso que está allá arriba.
Necesitaba escribir todo esto, lo siento.

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Alone, I fight these animals.

Parece que siempre comienzo las entradas con "Han sido días difíciles" pero no tengo otra forma de decirlo, no la hay.
Lo siento.
A veces abro los ojos por la mañana y solo quiero volver a cerrarlos, porque el Sol ni siquiera ha salido y ya no quiero sentir nada. Es una batalla, levantarse de la cama, bañarse y vestirse para ir a la escuela cuando todo dentro de mí dice no.
Es duro estar con esas personas que me hacen reír y no poder disfrutar porque mi mente es un constante bombardeo, porque el cuerpo me duele de la tensión, de que los espejos se me clavan como cuchillos.
Odio cuando salimos a comer y si es un lugar conocido, mi mente comienza a preocuparse sobre la comida y como debo elegir lo que tenga menos calorías o lo que sea más pequeño de lo que ellos vayan a ordenar pero no tan pequeño para que se termine rápido y para que no sea solo yo quien ya no está comiendo porque era una porción, bueno, pequeña. Y me dicen "Es la primera vez que te veo comer", "¿Por qué no comes?", "¿no vas a comer?", "¿solo eso?", "no puede ser que ya te llenaras". Son cosas que vengo escuchando desde hace años.
Sé que no comer no es la respuesta, lo sé, pero...la culpa no se va, el odio tampoco lo hace.
Es horrible cuán consciente soy de mi propio cuerpo, es horrible cuánto odio cómo luce, cómo se siente.
Y mi mente solo gira entre la culpa, en cuán inútil me siento en todo, en el cansancio (progresé, ahora trato de dormir 8 horas la mayoría de los días y ya no 4), odio estar en clase y sentir como mi espalda duele por la tensión que me provoca el simple y jodido hecho de respirar, de sentirme el cuerpo.
Y llego a casa y trato de no dejar que los pensamientos de odio me mareen para poner una sonrisa y contar lo que hice ese día a mi familia.
Ha sido así por tanto tiempo, que no conozco otra forma de vivir.
Lo siento.