miércoles, 15 de marzo de 2017

De habitaciones iluminadas y el viento.

Llegó a casa, queriendo morir o dormir un par de horas, para reponer fuerzas y volverme a enfrentar al mundo. Me deshago del uniforme y me visto con una sudadera enorme y pantalones chándal, lo siguiente que hago es abrir la ventana y sujetar la cortina para que entre la luz. Porque siento que me ahogo en la oscuridad de mi habitación, porque sentir el viento entrar por la ventana y la luz del sol por la tarde hacen que lo pesado de mi pecho sea un poco más liviano.
Me tiró en mi cama boca arriba, coloco un brazo sobre mis ojos y el otro estirado sobre la cama, me aguanto las ganas de llorar y dejo que el viento y la luz se lleven todo.

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