Amor.
No, no es amor.
No es más que atracción. Y lo odio.
Me gusta la idea de que me guste alguien, me gusta la idea de imaginarme como la piel se me eriza al pensar en esa persona, me gusta imaginarme sonreír cada vez que le vea y sentir fuegos artificiales cada vez que me roce. Me gusta imaginarme sentir escalofríos cada vez le escuche reír y el sentir que todo está bien con solo hablarle.
Me gusta esa idea. Me gusta imaginarlo.
Pero odio la inseguridad que todo eso trae. Porque veo a esa persona hablar con alguien más o tocando el hombro de otra persona y automáticamente mi mente comienza a atacarme diciendo que esa persona es mejor que yo. Mejor cuerpo, más lindo(a), con más carisma, con voz más bonita, con una risa suave y no horrible como la mía.
Porque no me gusta que una persona tenga ese poder en mi. Y hay una pequeñísima parte de mi que ama estar "enamorada".
Porque esa pequeña parte de mi ama la ilusión del amor. Y la otra siempre esta evitándolo porque odia compararse con las demás personas.
Porque en el amor soy un desastre y prefiero solamente imaginarlo.
Esa soy yo en el amor.
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