miércoles, 28 de diciembre de 2016

2:02 am.

Y hay cosas de las que no quiero hablar, sentimientos a los que no les quiero abrir la puerta por miedo a lo que vaya encontrarme dentro. Sé que tengo que ponerle fin a un par de cosas, sé que hay cosas que por más que quiera no van a cambiar porque no tenemos la habilidad de hacer que otra persona abra su mente si ésta no quiere, sé que tener miedo al futuro está bien aunque pensar en el me den ganas de huir. Porque pensar en irme lejos de aquí, hace años hubiera sido un regalo del universo, ahora se me presenta como algo terrorífico. Ahora tengo personas en mi vida de las que no quisiera alejarme, irme a otro lugar del que no conozco nada y dejar la ciudad de la que conozco cada centímetro. El pensar en irte es sencillo, hacerlo da miedo.  Tengo sentimientos encontrados con ese tema, porque ni siquiera sé si esa es la carrera que de verdad quiero estudiar, porque no tengo claro mi futuro y el mundo me exige que lo tenga, ¿qué no está bien tomarse un tiempo para averiguar las cosas?

El año casi se acaba y sé que las cosas no se borran, que al marcar el 1 de enero mágicamente todo vuelve a empezar, pero nos da la ilusión de que lo hace porque volvemos a empezar otro ciclo. Otro más. Las cosas cambian y no tenemos el poder para impedirlo y quiero llorar porque miró atrás y quiero volver a tener ciertos sentimientos. No volver a esa época pero sí sentirme un poco a como me sentía en esos momentos, en los felices.

Siento que estoy dejando que me lleve la marea, de alguna manera, que estoy dejando que las cosas me sucedan y quisiera tener algo de control en ellas pero no lo tengo y por un lado no me importa pero por el otro siento que ya nada me importa y realmente, no sé como sentirme.
Sé que con ella no somos nada, pero le quiero y quisiera que las cosas fueran diferente pero las dos sabemos que no lo serán y estoy harta de estas emociones. Quiero algo entero, intenso e indestructible. Estoy harta de andar jugando de aquí para allá con las personas, quiero algo estable, quiero deshacerme de estos apegos emocionales que solo me dejan más jodido el corazón.

También tengo miedo de que debajo de mis bromas constantes, de mi sarcasmo, de mi aparente insensibilidad, se esconda algo más. Porque todos parecen pensar que realmente, en el fondo, hay algo mal, que mi tristeza es permanente y no solo un toque de mi personalidad.

Solo quisiera quedarme en los mundos de mis libros.

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